jueves, 11 de marzo de 2010

Jorge Luis Borges

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Jorge Luis Borges
Archivo:Jorge Luis Borges Hotel.jpg
Foto de Jorge Luis Borges tomada en 1969 en el Hôtel des Beaux Arts (París), lugar donde murió Oscar Wilde y donde el mismo Borges manifestó su deseo de morir.
Nombre Jorge Luis Borges
Nacimiento 24 de agosto de 1899
Bandera de Argentina Buenos Aires, Argentina
Defunción 14 de junio de 1986, 86 años
Flag of Switzerland.svg Ginebra, Suiza
Ocupación ensayista, traductor, crítico, bibliotecario, profesor y editor
Nacionalidad Bandera de Argentina Argentina
Período Siglo XX
Género cuento, ensayo y poesía

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento humano, ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones. Trasciende cualquier clasificación y excluye cualquier tipo de dogmatismo.[1]

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Biografía [editar]

Su padre, Jorge Guillermo Borges, argentino, natural de Entre Ríos, fue abogado y profesor de psicología. Era un ávido lector y tenía aspiraciones literarias que concretó en una novela, El caudillo, y algunos poemas; además tradujo a Omar Jayyam de la versión inglesa de Fitzgerald. Para 1970, Jorge Luis Borges recordaba con estas palabras a su padre: "Él me reveló el poder de la poesía: el hecho de que las palabras sean no sólo un medio de comunicación sino símbolos mágicos y música".[2] Su madre, Leonor Acevedo Suárez, era uruguaya. Aprendió inglés de su marido y tradujo varias obras de esa lengua al español. La familia de su padre tenía orígenes españoles, portugueses e ingleses; la de su madre, españoles y posiblemente portugueses. En su casa se hablaba en español e inglés.

Borges nació, a los ocho meses de gestación, en una típica casa porteña de fines del siglo XIX, con patio y aljibe, dos elementos que se repetirán como un eco en sus poesías. Su casa natal estaba situada en la calle Tucumán 840, pero su infancia transcurrió un poco más al norte, en la calle Serrano 2135 del barrio de Palermo. La relación de Borges con la literatura comenzó a muy temprana edad, siendo que a los cuatro años ya sabía leer y escribir. Debido a que en su casa se hablaba tanto español como inglés, Borges creció como bilingüe.[3] [4]

Archivo:Situationsplan von Buenos Ayres.jpg
Mapa de la Ciudad de Buenos Aires en 1888. La infancia de Borges transcurrió en Palermo, un barrio que por aquella época se hallaba en los márgenes de la ciudad.

En 1905 comenzó a tomar sus primeras lecciones con una institutriz británica.[a] Al año siguiente escribió su primer relato, La visera fatal, siguiendo páginas del Quijote. Además, esbozó en inglés un breve ensayo sobre mitología griega. A los nueve años tradujo del inglés El príncipe feliz, de Oscar Wilde, texto que se publicó en el periódico El País rubricado por Jorge Borges (h).[3] En el barrio de Palermo, que por aquella época era un barrio marginal de inmigrantes y cuchilleros, conoció las andanzas de los compadritos que después poblaron sus ficciones. Borges ingresó al colegio directamente en el cuarto grado. Por esa época la familia pasaba sus vacaciones de verano en Adrogué o en casa de unos familiares uruguayos, los Haedo.[5]

En 1914 el padre de Borges se vio obligado a dejar su profesión, jubilándose de profesor debido a la misma ceguera progresiva hereditaria que décadas más tarde afectaría también a su hijo. Junto con la familia, se dirigió a Europa para someterse a un tratamiento oftalmológico especial. Para refugiarse de la Primera Guerra Mundial, la familia se instaló en Ginebra (Suiza), donde el joven Borges y su hermana Norah (nacida en 1902) asistirían a la escuela. Borges estudió francés y cursó el bachillerato en el Liceo Jean Clavin. Durante esa época leyó sobre todo a los prosistas del Realismo francés y a los poetas expresionistas y simbolistas, especialmente a Rimbaud. A la vez, descubrió a Schopenhauer, a Nietzsche, a Carlyle y a Chesterton. Con la sola ayuda de un diccionario aprendió por sí mismo el alemán y escribió sus primeros versos en francés.[5]

En 1919, gracias al fin de las hostilidades y después del fallecimiento de la abuela materna, la familia Borges marchó a España. En un primer momento se instalaron en Barcelona y luego se trasladaron a Palma de Mallorca. En esta última ciudad Borges escribió dos libros que no publicó: Los ritmos rojos, poemas de elogio a la Revolución rusa, y Los naipes del tahúr, un libro de cuentos. En Madrid y en Sevilla participó del movimiento literario ultraísta, que luego encabezaría en Argentina y que influiría poderosamente en su primera obra lírica. Colaboró con poemas y en la crítica literaria en las revistas Ultra, Grecia, Cervantes, Hélices y Cosmópolis. Su primera poesía, "Himno al mar", escrita en el estilo de Walt Whitman, fue publicada en la revista Grecia el 31 de diciembre de 1919.[6]

Oh mar! oh mito! oh largo lecho!

Y sé por qué te amo. Sé que somos muy viejos.
Que ambos nos conocemos desde siglos.
Sé que en tus aguas venerandas y rientes ardió la aurora de la Vida.
(En la ceniza de una tarde terciaria vibré por primera vez en tu seno).
Oh proteico, yo he salido de ti.
¡Ambos encadenados y nómadas;
Ambos con un sed intensa de estrellas;
Ambos con esperanzas y desengaños;
Ambos, aire, luz, fuerza, oscuridades;

Ambos con nuestro vasto deseo y ambos con nuestra grande miseria.[6]

En esta época conoció a su futuro cuñado, Guillermo de Torre, y a algunos de los principales escritores españoles de la época, como Rafael Cansinos-Assens (a quien frecuentaba en el famoso Café Colonial y a quien siempre consideró su maestro), Ramón Gómez de la Serna, Valle Inclán y Gerardo Diego.[5]

Inicios de su carrera literaria [editar]

El 4 de marzo de 1921, junto con su abuela paterna (Frances Haslam, quien se les había unido en Ginebra en 1916), sus padres y su hermana, Borges embarcó en el puerto de Barcelona en el "Reina Victoria Eugenia", que los devolvería a Buenos Aires. En el puerto los esperaba el escritor, filósofo de la paradoja y humorista surreal Macedonio Fernández, cuya amistad Borges habría de heredar de su padre. El contacto con Buenos Aires llevó al poeta a una relación exaltada de "descubrimiento" con su ciudad natal. Así comenzó a dar forma a la mitificación de los barrios suburbanos, donde asentaría parte de su constante idealización de lo real. Ya en Buenos Aires publicó en la revista española Cosmópolis, fundó la revista mural Prisma (de la que sólo se publicaron dos números) y también publicó en Nosotros, dirigida por Alfredo Bianchi. Por esa época conoció a Concepción Guerrero, una joven de dieciséis años de quien se enamoró. En 1922 visitó a Leopoldo Lugones junto a Eduardo González Lanuza para entregarle el segundo (y último) número de Prisma. En agosto de 1924 fundó la revista ultraísta Proa junto con Ricardo Güiraldes, autor de Don Segundo Sombra; Alfredo Brandán Caraffa y Pablo Rojas Paz, aunque paulatinamente iría abandonando esa estética.[5] [7] En 1923, en víspera de un segundo viaje a Europa, Borges publicó su primer libro de poesía, Fervor de Buenos Aires, en el que se prefigura, según palabras del propio Borges, toda su obra posterior. Fue una edición preparada apuradamente, en la que se colaron algunas erratas y que, además, carecía de prólogo. Para la tapa su hermana Norah realizó un grabado. Se editaron unos trescientos ejemplares; los pocos que se conservan son considerados tesoros por los bibliófilos y en algunos se aprecian correcciones manuscritas realizadas por el mismo Borges. En Fervor de Buenos Aires es donde emotivamente confesó que, finalmente, "las calles de Buenos Aires/ ya son mi entraña". Son treinta y tres poemas tan heterogéneos que aluden a un juego de cartas (el truco), o al "tirano" Juan Manuel de Rosas, o a la exótica Benarés; sin ahorrar el espacio para solazarse en un patio anónimo de Buenos Aires, "en la amistad oscura/ de un zaguán, de una parra y de un aljibe". Sobre el espíritu de este libro ha escrito Borges que "en aquel tiempo buscaba los atardeceres, los arrabales y la desdicha".[7] Después de un año en España e instalado definitivamente en su ciudad natal a partir de 1924, Borges colaboró en algunas revistas literarias y con dos libros adicionales, Luna de enfrente e Inquisiciones (que nunca reeditaría), establecería ya en 1925 su reputación de jefe de la más joven vanguardia. En los treinta años siguientes, Borges se transformaría en uno de los más brillantes y más polémicos escritores de América. Cansado del ultraísmo que él mismo había traído de España, intentó fundar un nuevo tipo de regionalismo, enraizado en una perspectiva metafísica de la realidad. Escribió cuentos y poemas sobre el suburbio porteño, sobre el tango, sobre fatales peleas de cuchillo, como "Hombre de la esquina rosada" y "El puñal". Pronto se cansó también de este "ismo" y empezó a especular por escrito sobre la narrativa fantástica o mágica, hasta el punto de producir durante dos décadas (desde 1930 a 1950), algunas de las más extraordinarias ficciones del siglo XX (Historia universal de la infamia, Ficciones, El Aleph, entre otros).[3] [4]

Más tarde colaboró, entre otras publicaciones, en Martín Fierro, una de las revistas clave de la historia de la literatura argentina de la primera mitad del siglo XX. No obstante su formación europeísta, reivindicó temáticamente sus raíces argentinas, y en particular porteñas, en poemarios como Fervor de Buenos Aires (1923), Luna de enfrente (1925) y Cuaderno de San Martín (1929). Compuso letras de tangos y milongas, si bien rehuyó "la sensiblería del inconsolable tango-canción" y el manejo sistemático del lunfardo, que "infunde un aire artificioso a las sencillas coplas". En sus letras y algunos relatos se narran las dudosas hazañas de los cuchilleros y compadres, a los que muestra en toda su despojada brutalidad aunque dentro de un clima trágico, cuando no casi épico.

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Jorge Luis Borges.

En 1930 Borges publicó el ensayo Evaristo Carriego y prologó una exposición del pintor uruguayo Pedro Figari. Además, conoció a un joven escritor de solo 17 años, que luego sería su amigo y con el que publicaría numerosos textos, Adolfo Bioy Casares.[8] En el primer número de la revista Sur, dirigida por Victoria Ocampo, Borges colaboró con un artículo dedicado al coronel Ascasubi. En este primer número, publicado en 1931, también contribuyeron Victoria Ocampo, Waldo Frank, Alfonso Reyes Ochoa, Jules Supervielle, Ernest Ansermet, Walter Gropius, Ricardo Güiraldes y Pierre Drieu la Rochelle.[3] Borges publicó dos años más tarde una colección de ensayos y crítica literaria titulada Discusión, la que abarca temas tan diversos como la poesía gauchesca, la Cábala, temas filosóficos, el arte narrativo y hasta su opinión sobre clásicos del cine. El 12 de agosto de 1933 comenzó a dirigir, junto con Ulyses Petit de Murat, la Revista Multicolor de los Sábados, suplemento cultural impreso a color del diario populista Crítica que duraría hasta octubre de 1934.[9] En 1935 editó Historia universal de la infamia, una serie de relatos breves, entre ellos, "Hombre de la esquina rosada".[10] Allí sigue interesado en el perfil mítico de Buenos Aires iniciado en Evaristo Carriego. Al año siguiente se publicaron los ensayos de Historia de la eternidad, donde —entre otros temas— Borges indaga sobre la metáfora. En la revista quincenal El Hogar, comenzó a publicar la columna de crítica de libros y autores extranjeros hasta 1939. Allí publicó quincenalmente gran cantidad de reseñas bibliográficas, biografías sintéticas de escritores y ensayos. Colaboró también en la revista Destiempo, editada por Adolfo Bioy Casares y Manuel Peyrou, con ilustraciones de Xul Solar. Para la editorial Sur tradujo A Room of One’s Own, de Virginia Woolf y al año siguiente la novela Orlando de la misma autora. En 1937 publicó Antología clásica de la literatura argentina.

Con la ayuda del poeta Francisco Luis Bernárdez, consiguió en 1938 un empleo en la biblioteca municipal Miguel Cané del barrio porteño de Almagro. Allí, en sus ratos libres, se dedicó a leer y a escribir sus primeros cuentos. En este año murió su padre de un ataque de hemiplejía. Después, el mismo Borges sufrió un grave accidente, al golpearse la cabeza con una ventana, lo que lo llevó al borde de la muerte por septicemia y que, oníricamente, reflejará en su conocido cuento El sur. En la convalecencia escribió el cuento Pierre Menard, autor del Quijote. En 1940 publicó Antología de literatura fantástica, en colaboración con Bioy Casares y Silvina Ocampo, quienes ese mismo año contrajeron matrimonio, siendo Borges el testigo de su boda. Prologó, además, el libro de Bioy Casares La invención de Morel.[9] [4]

En 1941 publicó Antología Poética Argentina y editó el volumen de narraciones El jardín de senderos que se bifurcan, obra con la que se hizo acreedor al Premio Nacional de Literatura. Al año siguiente apareció Seis problemas para don Isidro Parodi, libro de narraciones que escribió en colaboración con Bioy Casares. Lo firmaron con el seudónimo "H. Bustos Domecq", el cual proviene de "Bustos", un bisabuelo cordobés de Borges, y "Domecq", un bisabuelo de Bioy Casares. Bajo el título Poemas (1923-1943) reunió en 1943 la labor poética de sus tres libros más los poemas publicados en el diario La Nación y en la revista Sur. Presentó, junto con Bioy Casares, la antología Los mejores cuentos policiales. Para esta época, Borges ya había logrado un espacio en el reducido círculo de la vanguardia literaria argentina. Su obra Ficciones recibió el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). En sus páginas se halla "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", sobrecogedora e insuperable metáfora del mundo. En ese mismo año conoció a Estela Canto, de quien se enamoró sin ser correspondido; sin embargo, nació una estrecha relación amistosa que se prolongaría por más de cuatro años.

En colaboración con Silvina Bullrich publicó El compadrito en 1945. Escribió el cuento "El Aleph", que dedicó a Estela Canto, regalándole el manuscrito que cuatro décadas más tarde fue vendido en más de 25.000 dólares a la Biblioteca Nacional de España.

Junto con Bioy Casares publicó en 1946 Un modelo para la muerte utilizando el seudónimo "B. Suárez Lynch" y, como H. Bustos Domecq, Dos fantasías memorables, volumen de historias de suspenso policial. Borges aclaró posteriormente que 'Suárez' provenía de su abuelo y que 'Lynch' representaba el lado irlandés de la familia de Bioy. Fundó y dirigió la revista Los Anales de Buenos Aires (que concluiría su andadura, tras 23 números, en diciembre de 1948). En la publicación, Borges y Bioy colaboraron con un nuevo seudónimo: "B. Lynch Davis". Entre 1947 y 1948 editó el ensayo Nueva refutación del tiempo y publicó sus Obras Escogidas. En 1949 se editó su célebre obra narrativa El Aleph, libro de género fantástico y que para la crítica es casi unánimemente su mejor colección de relatos.[11]

En 1946 Juan Domingo Perón fue elegido presidente, venciendo así a la Unión Democrática. Borges, que había apoyado a ésta última, se manifestaba abiertamente en contra del nuevo gobierno. Su fama de antiperonista lo acompañó toda su vida. Respecto al nuevo gobierno, que Borges consideraba una dictadura, manifestó:

Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomenten la idiotez. Botones que balbucean imperativos, efigies de caudillos, vivas y mueras prefijados, ceremonias unánimes, la mera disciplina usurpando el lugar de la lucidez... Combatir estas tristes monotonías es uno de los muchos deberes del escritor ¿Habré de recordar a los lectores del Martín Fierro y de Don Segundo Sombra que el individualismo es una vieja virtud argentina?

Borges se sintió obligado a renunciar a su empleo como bibliotecario cuando fue designado 'Inspector de mercados de aves de corral' por el gobierno. Su madre y su hermana, también antiperonistas, fueron detenidas por la policía.[b] Borges fue llevado por la necesidad a convertirse en conferenciante itinerante por diversas provincias argentinas y Uruguay. Para ello, debió superar su tartamudez y su timidez con ayuda médica. La necesidad también lo llevó a iniciarse en la tarea docente como profesor de literatura inglesa en el Instituto Libre de Segunda Enseñanza y, más tarde, en la Universidad Católica.[11]

Madurez [editar]

Archivo:Jorge Luis Borges 1951, by Grete Stern.jpg
Jorge Luis Borges en 1951.

Los albores de la década de 1950 marcaron el inicio del reconocimiento de Borges dentro y fuera de Argentina. La SADE lo nombró presidente en 1950, cargo al que renunciaría tres años más tarde. Dictó conferencias en la Universidad de la República, donde apareció su ensayo "Aspectos de la literatura gauchesca". Editó en México Antiguas literaturas germánicas, escrito en colaboración con Delia Ingenieros. También en ese mismo año se publicó en París la primera traducción francesa de su narrativa (Fictions, traducido por P. Verdevoye) y en Buenos Aires la serie de cuentos La muerte y la brújula. En 1952 aparecieron los ensayos de Otras inquisiciones y se reeditó un ensayo sobre lingüística porteña titulado El idioma de los argentinos, junto con El idioma de Buenos Aires de José Edmundo Clemente. Apareció también la segunda edición de El Aleph, con nuevos cuentos. Algunas narraciones de este libro fueron traducidas al francés por Roger Caillois y publicadas en París en 1953 con el nombre de Labyrinthes. Ese año Borges publicó El Martín Fierro, ensayo que tuvo una segunda edición dentro del año. Bajo el cuidado de José Edmundo Clemente, la editorial Emecé comenzó a publicar sus Obras Completas. En 1954 el director cinematográfico Leopoldo Torre Nilsson dirigió el film Días de odio, basado en el cuento de Borges "Emma Zunz".[12]

Tras un golpe militar que derrocó al gobierno peronista (denominado Revolución Libertadora), Borges fue elegido en 1955 director de la Biblioteca Nacional, cargo que ocuparía por espacio de 18 años. En diciembre de ese mismo año fue designado miembro de la Academia Argentina de Letras. Publicó Los orilleros, El paraíso de los creyentes, Cuentos breves y extraordinarios, Poesía gauchesca, La hermana Eloísa y Leopoldo Lugones. Se le confirmó, además, en la cátedra de Literatura Alemana y, luego, como director del Instituto de Literatura Alemana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. La revista Ciudad le dedicó un volumen crítico y bibliográfico sobre su obra. Apareció Ficciones en italiano, bajo el título La Biblioteca di Babele. Tras varios accidentes y algunas operaciones, un oftalmólogo le prohibió leer y escribir. Aunque aún distinguía luces y sombras, esta prohibición cambió profundamente su práctica literaria. Borges se fue quedando ciego como consecuencia de la enfermedad congénita que había ya afectado a su padre. El hecho no fue repentino ("Se ha extendido desde 1899 sin momentos dramáticos, un lento crepúsculo que duró más de medio siglo"[13] ), sino que más bien se trató de un proceso; como fuere, esto no le impidió seguir con su carrera de escritor, ensayista y conferenciante, así como tampoco significó para él el abandono de la lectura (hacía que le leyesen en voz alta) ni del aprendizaje de nuevas lenguas.[12] El haber sido nombrado director de la Biblioteca Nacional y, en el mismo año, comprender la profundización de su ceguera fue percibido por Borges como una contradicción del destino. Él mismo lo relató en una conferencia dos décadas más tarde: "Poco a poco fui comprendiendo la extraña ironía de los hechos. Yo siempre me había imaginado el Paraíso bajo la especie de una biblioteca. Ahí estaba yo. Era, de algún modo, el centro de novecientos mil volúmenes en diversos idiomas. Comprobé que apenas podía descifrar las carátulas y los lomos. Entonces escribí el «Poema de los dones»:[14]

Nadie rebaje a lágrima o reproche

esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía

me dio a la vez los libros y la noche.[15]

En 1956 dictó el curso de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires, fue nombrado catedrático titular en la misma universidad, recibió un doctorado honoris causa de la Universidad de Cuyo y fue nombrado presidente de la Asociación de Escritores Argentinos. En Montevideo criticó ásperamente al peronismo depuesto y defendió a la Revolución Libertadora. Por su adhesión al nuevo gobierno resultó muy criticado, entre otros, por Ernesto Sabato y Ezequiel Martínez Estrada. Sabato y Borges continuarían, si bien no enemistados, "separados" por motivos políticos hasta 1973, cuando, a raíz de un encuentro casual en una biblioteca, Orlando Barone resolvió promover una serie de reuniones, en las que ambos escritores discutieron sobre literatura, filosofía, cine, lingüística y demás temas. El resultado de estas reuniones fue la edición de un libro: Diálogos: Borges - Sabato.[12]

Entre 1957 y 1960 publicó Manual de zoología fantástica y El Hacedor, una colección de textos breves y poemas dedicada a Leopoldo Lugones. Hizo una nueva actualización de Poemas y publicó en el diario La Nación el poema "Límites". Bajo su dirección se inició la segunda época de la revista La Biblioteca y, en colaboración con Bioy Casares, editó la antología Libro del cielo y del infierno. Sus obras continuaron traduciéndose a varios idiomas:[16] en este período en particular Otras inquisiciones fue traducido al francés bajo el título Enquétes, El Aleph al alemán con el título Labyrinthe y una selección de cuentos de El Aleph y Ficciones al italiano como L'Aleph. En este período también aparecieron los volúmenes sexto a noveno de las Obras Completas. Para 1960 se vinculó con el Partido Conservador.[12] [4] Compartió con Samuel Beckett, en 1961, el Premio Internacional de Literatura (consistente en 10 mil dólares), otorgado por el Congreso Internacional de Editores en Formentor, Mallorca. Este importante galardón lo promovió internacionalmente y le ofreció la posibilidad de que sus obras fueran traducidas a numerosos idiomas (inglés, francés, alemán, sueco, noruego, danés, italiano, polaco, portugués, hebreo, farsí, griego, eslovaco y árabe, entre otros). Apareció su Antología personal, editada por Sur. Viajó junto a su madre a Estados Unidos, invitado por la Universidad de Texas y por la Fundación Tinker, de Austin. Allí dictó conferencias y cursos sobre literatura argentina durante seis meses. En Nueva York se editó una antología de sus cuentos titulada Labyrinths y se tradujo al alemán Historia universal de la infamia. En 1962 se estrenó el film "Hombre de la esquina rosada", basado en el cuento homónimo, que dirigió René Mugica . Finalizó una biografía sobre el poeta Almafuerte. En compañía de su madre, viajó a Europa en 1963 y ofreció numerosas conferencias. De regreso a Buenos Aires terminó una antología sobre Evaristo Carriego.[17]

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Jorge Luis Borges en 1968, fotografía tomada del libro "Historia de la Literatura Argentina Vol II" editado por el Centro Editor de América Latina.

Con la colaboración de María Esther Vázquez publicó Introducción a la literatura inglesa en 1965 y Literaturas germánicas medievales en 1966. Al año siguiente se editó Introducción a la literatura norteamericana, escrito en colaboración con Esther Zemborain y Crónicas de Bustos Domecq, con Bioy Casares. Se editaron, además, sus milongas y tangos en el libro Para las seis cuerdas, ilustrado por Héctor Basaldúa, y su cuento "La intrusa". El 21 de septiembre de 1967 Borges se casó con Elsa Astete Millán, matrimonio que duró hasta octubre de 1970. Viajó a Estados Unidos con su mujer y fue profesor de poesía de la Universidad de Harvard, invitado por la Fundación Charles Eliot Norton. En 1968, con la colaboración de Margarita Guerrero, publicó una ampliación del Manual de zoología fantástica bajo el título El libro de los seres imaginarios. Apareció en ese año su Nueva antología personal. Viajó a Santiago de Chile para asistir al Congreso de Intelectuales Antirracistas y a Europa e Israel para pronunciar algunas conferencias. El director Hugo Santiago dirigió la película "Invasión", con argumento de Bioy y Borges. En 1969 ordenó y corrigió dos libros de poemas: El otro, el mismo y Elogio de la sombra, el cual logró dos ediciones dentro del año. Con ilustraciones del pintor Antonio Berni, se editó su traducción y antología de Hojas de hierba, de Walt Whitman. Después de algunos años sin publicar cuentos, reunió varias narraciones en El informe de Brodie, libro publicado en agosto de 1970.[17] [4]

Sus últimos años [editar]

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Jorge Luis Borges en 1963, ya con dificultades en la visión.
Archivo:Tumba de Borges.JPG
Tumba de Jorge Luis Borges en el cementerio de Plain Palais, en Ginebra.

En 1971 Borges publicó en Buenos Aires el cuento largo titulado El congreso. Al año siguiente viajó a Estados Unidos, donde recibió numerosas distinciones y pronunció conferencias en diversas universidades. A su regreso a Buenos Aires publicó el libro de poemas El oro de los tigres y el 24 de agosto, día de su cumpleaños, recibió un homenaje singular: la publicación en forma privada de su cuento "El otro". En 1973 fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y, paralelamente, solicitó su jubilación como director de la biblioteca nacional. En 1973 reunió por primera vez en un volumen sus Obras Completas, editadas por Emecé.

Como De Quincey y tantos otros, he sabido, antes de haber escrito una sola línea, que mi destino sería literario. Mi primer libro data de 1923; mis Obras Completas, ahora, reúnen la labor de medio siglo. No sé que mérito tendrán, pero me place comprobar la variedad de temas que abarcan. La patria, los azares de los mayores, las literaturas que honran las lenguas de los hombres, las filosofías que he tratado de penetrar, los atardeceres, los ocios, las desgarradas orillas de mi ciudad, mi extraña vida cuya posible justificación está en estas páginas, los sueños olvidados y recuperados, el tiempo....La prosa convive con el verso; acaso para la imaginación ambas son iguales. Jorge Luis Borges. Obras Completas. Prólogo.[18]

En Milán, Franco Maria Ricci publicó el cuento "El congreso" en una edición lujosísima con letras de oro. El libro de poesía La rosa profunda y la colección de relatos El libro de arena se publicaron en 1975, junto con la recopilación Prólogos. Se estrenó además la película El muerto, sobre un cuento homónimo, dirigida por Héctor Olivera.

Ante una nueva victoria del peronismo, Borges insistió en recordar al primer gobierno de Perón como "los años de oprobio". En 1975 falleció su madre, a los noventa y nueve años. A partir de ese momento Borges realizaría sus viajes junto a una ex-alumna, luego secretaria y —por último, en la senectud de Borges— su segunda esposa, María Kodama.

En 1986 fijó su residencia en Ginebra, ciudad a la que lo unía un profundo amor y a la cual Borges había designado "una de mis patrias". El 26 de abril se casó —por poderes— con María Kodama, según Acta de esa fecha labrada en Colonia Rojas Silva, Paraguay. Murió el 14 de junio de 1986 víctima de un cáncer hepático. Obedeciendo su última voluntad, sus restos yacen en el cementerio de Plainpalais [c].[19] [20] La lápida,[21] realizada por el escultor argentino Eduardo Longato, es de una piedra blanca y áspera. En lo alto de su cara anterior se lee "Jorge Luis Borges" y, debajo, "And ne forhtedon na", junto a un grabado circular con siete guerreros, una pequeña Cruz de Gales y los años "1899/1986".[22] La inscripción "And ne forhtedon na", formulada en anglosajón, se traduce como "Y que no temieran" [d]. La cara posterior de la lápida contiene la frase "Hann tekr sverthit Gram okk / legger i methal theira bert", que se corresponde con dos versos del capítulo veintisiete de la Saga Volsunga (saga noruega del siglo XIII), y se traducen como "El tomó su espada, Gram, y colocó el metal desnudo entre los dos" [e]. Estos dos mismos versos los utilizó también Borges como epígrafe de su cuento "Ulrica", incluido en El libro de arena, único relato de amor del autor y cuyo protagonista se llama Javier Otárola. Bajo esta segunda inscripción aparece el grabado de una nave vikinga, y bajo ésta una tercera inscripción: "De Ulrica a Javier Otárola", lo que permite interpretar esta última inscripción como una dedicatoria de María Kodama a Jorge Luis Borges.[19] [23]

En febrero de 2009,[24] los peronistas en el poder en ese momento en Argentina, pretendieron repatriar sus restos a su país natal. Se generó una importante polémica,[25] su viuda María Kodama se opuso rotundamente y finalmente el proyecto quedó desechado.[26]

Premios, distinciones y homenajes [editar]

Archivo:Moneda 2 pesos-Argentina-Borges-1999.jpg
Moneda de 2 pesos argentinos conmemorativa del centenario del nacimiento de Jorge Luis Borges, año 1999. El rostro del escritor grabado de un lado, el laberinto que pobló su obra, del otro.

Recibió importantes premios y distinciones de diversas universidades y gobiernos de diversos países. En 1961 compartió con Samuel Beckett el Premio Formentor otorgado por el Congreso Internacional de Editores, y que fue el comienzo de su reputación en todo el mundo occidental. Recibirá luego el título de Commendatore por el gobierno italiano, el de Comandante de la Orden de las Letras y Artes por el gobierno francés, la Insignia de Caballero de la Orden del Imperio Británico y el Premio Cervantes, entre otros galardones y títulos. Su obra fue traducida a más de veinticinco idiomas y llevada al cine y a la televisión.[3]

En 1999 el gobierno argentino emitió una serie de monedas conmemorativas por el centenario del nacimiento de Borges. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organiza visitas guiadas gratuitas sobre puntos de la ciudad que tuvieron que ver con Borges[27] y un tramo de la Calle Serrano, del barrio de Palermo, fue renombrado como Jorge Luis Borges en honor al escritor. De modo similar, una banca del jardín zoológico de Buenos Aires conmemora al escritor con un panel, que refiere que era en esa banca que Borges se sentaba para mirar a los tigres, por los que sentía fascinación. A continuación se presenta un listado cronológico de los diversos premios, distinciones y homenajes recibidos por Borges durante su vida.

  • 1929. Da a conocer su tercer libro de poemas, Cuaderno San Martín, con el que gana el segundo Premio Municipal de Poesía de Buenos Aires.
  • 1944. Su obra Ficciones recibe de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) el Gran Premio de Honor.
  • 1955. Borges es elegido miembro de la Academia Argentina de Letras.
  • 1956. Es nombrado catedrático titular en la Universidad de Buenos Aires y recibe un doctorado honoris causa de la Universidad de Cuyo.
  • 1961. Comparte con Samuel Beckett el Premio Internacional de Literatura (10 mil dólares), otorgado por el Congreso Internacional de Editores en Formentor, Mallorca. Es condecorado por el presidente de Italia, Giovanni Gronchi, con la Orden de Commendatore.
  • 1962. Recibe en Buenos Aires el Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes. Recibe la insignia de Commandeur de l'Ordre des Lettres et des Arts del gobierno de Francia.
  • 1963. En diciembre es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de los Andes, en Colombia.
  • 1964. El gobierno peruano le otorga la Orden del Sol en el grado de Comendador. La revista francesa L'Herne le dedica un número especial monográfico de homenaje, con numerosas colaboraciones nacionales y extranjeras.
  • 1965. Recibe en Gran Bretaña la insignia de Caballero de la Orden del Imperio Británico, donde se le otorga el título de Sir. Recibe la medalla de oro del IX Premio de Poesía de la ciudad de Florencia.
  • 1966. La comuna de Milán le entrega el Premio Internacional Madonnina. La Fundación Ingram Merril de Nueva York le concede su premio literario (5 mil dólares).
  • 1968. Es nombrado miembro de la Academia de Artes y Ciencias de los Estados Unidos. Recibe del gobierno de Italia las insignias de Gran Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana.
  • 1970. La Fundación Bienal de San Pablo (Brasil) le otorga el Premio Interamericano de Literatura 'Matarazzo Sobrinho' (25 mil dólares), el más importante del país, durante el Primer Seminario de Literatura de las Américas. Se lo nombra miembro de la 'The Hispanic Society of America', Nueva York.
  • 1971. Viaja a Estados Unidos para recibir los nombramientos de la American Academy of Art and Letter de Nueva York y del Instituto de Artes y Letras de Estados Unidos (INAL) como miembro honorario de ambas instituciones. En Israel recibe el Premio de Jerusalén (2 mil dólares). Es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Columbia, Nueva York. En abril viaja a Londres, invitado por el Instituto de Arte Contemporáneo que lo incorpora como miembro de su cuerpo docente. La Universidad de Oxford le confiere el título de doctor honoris causa como Doctor en Letras.
  • 1972. Viaja a Estados Unidos para recibir el doctorado honoris causa en Humanidades por la Universidad de East Lansing, Michigan. En septiembre se lo nombra miembro del Museo Judío de Buenos Aires.
  • 1973. La Municipalidad de Buenos Aires lo declara ciudadano ilustre. Viaja junto con Claude Hornos de Acevedo a España y México, donde recibe el Premio Internacional Alfonso Reyes.
  • 1974. En Milán, Franco María Ricci publica el cuento El congreso en una edición lujosísima con letras de oro.
  • 1976. Recibe el título de doctor honoris causa de la Universidad de Cincinnati. El gobierno chileno lo condecora con la Gran Cruz de la Orden al Mérito Bernardo O´Higgins. Viaja a Chile, donde recibe el título de doctor honoris causa por la Universidad de Santiago.
  • 1977. Recibe el título de doctor honoris causa por la Universidad de La Sorbona. Le otorga el mismo título la Universidad de Tucumán.
  • 1978. Es declarado ciudadano meritorio de Bogotá.
  • 1979. La Academia Francesa lo distingue con una medalla de oro. Recibe la Orden al Mérito de la República Federal Alemana y la Cruz Islandesa del Halcón en el grado de Comendador con estrella. Se le hace un homenaje nacional en el Teatro Cervantes, con motivo de cumplir los ochenta años.
  • 1980. Recibe el Gran Premio de la Academia Real Española, el Miguel de Cervantes (5 millones de pesetas), otorgado por el Ministerio de Cultura de España. Lo comparte con el poeta español Gerardo Diego. Recibe en París el premio Cino del Duca (200 mil francos). Sandro Pertini, presidente de Italia, le entrega el Premio Balzan (140 mil dólares).
  • 1981. Viaja a Estados Unidos, Puerto Rico y México, donde recibe el premio Hollín Yoliztli (70 mil dólares).
  • 1983. En su última visita a España, recibe la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. En París, el presidente Miterrand le hace entrega de la Legión de Honor. Recoge en Estados Unidos el premio de la Fundación Ingersoll (15 mil dólares).
  • 1984. En Sicilia recibe una rosa de oro como homenaje y símbolo de la sabiduría. Vuelve a Estados Unidos, donde el editor italiano Ricci le entrega 84 libras esterlinas de oro, una por cada año de vida. Vuelve a Italia, recibe de manos del presidente Pertini la Gran Cruz de la Orden al Mérito. Va a Marruecos y a Lisboa, donde es condecorado.

A pesar de su enorme prestigio intelectual y el reconocimiento universal que ha merecido su obra, no fue distinguido con el Premio Nobel de Literatura, no obstante haber sido nominado por muchos años consecutivos. Se especula que fue excluido de la posibilidad de obtenerlo por haber aceptado un premio otorgado por el gobierno militar de Augusto Pinochet.[28] [29]

Borges y el ultraísmo [editar]

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Jorge Luis Borges.

El 25 de enero de 1921 apareció el primer número de la revista literaria española Ultra, que —como su propio nombre deja adivinar— era el órgano difusor del movimiento ultraísta. Entre los colaboradores más notables se cuentan el mismo Borges, Rafael Cansinos-Assens, Ramón Gómez de la Serna y Guillermo de Torre, quien más tarde se casaría con Norah Borges.

Así lo definió el mismo Cansinos: «El ultraísmo es una voluntad caudalosa que rebasa todo límite escolástico. Es una orientación hacia continuas y reiteradas evoluciones, un propósito de perenne juventud literaria, una anticipada aceptación de todo módulo y de toda idea nuevos. Representa el compromiso de ir avanzando con el tiempo.»

Al respecto, el joven Borges escribió en 1921 en la revista Nosotros:[30]

Estas palabras fueron escritas en el otoño de 1918. Hoy, tras dos años de variadísimos experimentos líricos ejecutados por una treintena de poetas en las revistas españolas Cervantes y Grecia -capitaneada esta última por Isaac del Vando Villar- podemos precisar y limitar esa anchurosa y precavida declaración del maestro. Esquematizada, la presente actitud del ultraísmo es resumible en los principios que siguen:
  • 1. Reducción de la lírica a su elemento primordial: la metáfora.
  • 2. Tachadura de las frases medianeras, los nexos y los adjetivos inútiles.
  • 3. Abolición de los trebejos ornamentales, el confesionalismo, la circunstanciación, las prédicas y la nebulosidad rebuscada.
  • 4. Síntesis de dos o más imágenes en una, que ensancha de ese modo su facultad de sugerencia.
Los poemas ultraicos constan, pues, de una serie de metáforas, cada una de las cuales tiene sugestividad propia y compendiza una visión inédita de algún fragmento de la vida. La desemejanza raigal que existe entre la poesía vigente y la nuestra es la que sigue: en la primera, el hallazgo lírico se magnifica, se agiganta y se desarrolla; en la segunda, se anota brevemente. ¡Y no creáis que tal procedimiento menoscabe la fuerza emocional!

En ese mismo artículo, terminó resumiendo:

La poesía lírica no ha hecho otra cosa hasta ahora que bambolearse entre la cacería de efectos auditivos o visuales, y el prurito de querer expresar la personalidad de su hacedor. El primero de ambos empeños atañe a la pintura o a la música, y el segundo se asienta en un error psicológico, ya que la personalidad, el yo, es sólo una ancha denominación colectiva que abarca la pluralidad de los estados de conciencia. Cualquier estado nuevo que se agregue a los otros llega a formar parte esencial del yo, y a expresarle: lo mismo lo individual que lo ajeno. Cualquier acontecimiento, cualquier percepción, cualquier idea, nos expresa con igual virtud; vale decir, puede añadirse a nosotros... Superando esa inútil terquedad en fijar verbalmente un yo vagabundo que se transforma en cada instante, el ultraísmo tiende a la meta primicial de toda poesía, esto es, a la transmutación de la realidad palpable del mundo en realidad interior y emocional.

Un año después Borges publicó en esa misma revista una antología de poemas ultraístas.

Años más tarde, Borges reprobaría, y hasta despreciaría, aquellos comienzos de su obra y todo lo relacionado con el ultraísmo. Su entusiasmo de una época, de unos años -de 1919 a 1922- pronto se trocó en desdén y aun en agresividad. Muy pronto llegó a considerar como pura futilidad la técnica del poema ultraísta: enfilamiento de percepciones sueltas, rosario de imágenes sensuales, plásticas y llamativas. La consecuencia fue que, sin perjuicio de haber inoculado el virus ultraísta a algunos jóvenes argentinos aprendices de poetas, muy pocos años después, Borges no vacilaría en calificar aquellos experimentos de "áridos poemas de la equivocada secta ultraísta".[31] De hecho, para 1966, Borges juzgaba el 'dogma de la metáfora' como falso, pues...

...basta un solo verso no metafórico para probar que la metáfora no es un elemento esencial, concluyendo en que el error del ultraísmo (...) fue el de no haber enriquecido, el de haber prohibido simplemente. Por ejemplo casi todos escribíamos sin signos de puntuación. Hubiera sido mucho más interesante inventar nuevos signos, es decir enriquecer la literatura (...) el ultraísmo fue una revolución que consistía en relegar la literatura a una sola figura, la metáfora...".[32]

Borges y los cuentos [editar]

Al igual que su coetáneo Vladimir Nabokov y el un poco más viejo James Joyce, Borges combinaba el interés por su tierra natal con intereses mucho más amplios. También compartía su multilingüismo y su gusto por jugar con el lenguaje, pero a diferencia de Nabokov y Joyce, quienes con el paso del tiempo se dieron a la creación de obras más extensas, Borges nunca escribió una novela. A quienes le reprocharon esa falta, Borges respondía que sus preferencias estaban con el cuento, que es un género esencial, y no con la novela que obliga al relleno.[33] De los autores que han intentado ambos géneros prefería, generalmente, sus cuentos. De Kafka, por ejemplo, él aseguraba que eran mejores sus narraciones breves que El proceso.[34] En el prólogo de Ficciones afirmó que era un "desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en 500 páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos".[35]

Borges y la política [editar]

Yo descreo de la política no de la ética. Nunca la política intervino en mi obra literaria, aunque no dudo que este tipo de creencias puedan engrandecer una obra. Vean, si no, a Whitman, que creyó en la democracia y así pudo escribir Leaves of Grass, o a Neruda, a quien el comunismo convirtió en un gran poeta épico… Yo nunca he pertenecido a ningún partido, ni soy el representante de ningún gobierno… Yo creo en el Individuo, descreo del Estado. Quizás yo no sea más que un pacífico y silencioso anarquista que sueña con la desaparición de los gobiernos. La idea de un máximo de Individuo y de un mínimo de Estado es lo que desearía hoy…[36]

El anarquismo aprendido del padre y alimentado en las conversaciones con Macedonio Fernández marcaría a Borges fundamentalmente para un rechazo de toda tiranía de carácter personalista. Durante toda su vida él trataría de rescatar, destacar y fomentar la individualidad por sobre los movimientos de masas. En particular en aquellos movimientos que, amparados en la figura de un líder carismático, se multiplicaban en las décadas de los treinta y cuarenta en la Argentina y el mundo. Borges, lejos de estar fuera de los acontecimientos de su época, interpretaba y criticaba muchos de ellos en el mismo momento en que sucedían. Así, en mayo de 1937, escribió en el número 32 de la revista Sur contra el racismo de los libros de texto de las escuelas alemanas:

"No sé si el mundo puede prescindir de la civilización alemana. Es bochornoso que la estén corrompiendo con enseñanzas de odio"[37]

En la misma revista, en 1939, escribió en su "Ensayo de imparcialidad": "[…] Es posible que una derrota alemana sea la ruina de Alemania; es indiscutible que su victoria sería la ruina y el envilecimiento del orbe. No me refiero al imaginario peligro de una aventura colonial sudamericana; pienso en los imitadores autóctonos, en los Uebermenschen caseros que el inexorable azar nos depararía. […] Espero que los años nos traerán la venturosa aniquilación de Adolf Hitler, hijo atroz de Versalles"[38]

Se debe destacar el carácter profético de la preocupación de Borges por la multiplicación de Uebermenschen nativos. Para Borges, tal profecía se vería realizada en la figura de Perón y su ascensión al poder. Cuando, en 1946, Perón toma efectivamente el poder, Borges, que trabajaba en una biblioteca pública, fue "ascendido" a inspector de gallinas y conejos en los mercados. Borges fue a la municipalidad para preguntar a qué se debía ese nombramiento. Él mismo cuenta la anécdota en su autobiografía:

"Mire —dije al empleado—, me parece un poco raro que de toda la gente que trabaja en la biblioteca me hayan elegido a mí para desempeñar ese cargo". "Bueno —contestó el empleado— usted fue partidario de los aliados durante la guerra. Entonces, ¿qué pretende? Esa afirmación era irrefutable, y al día siguiente presenté mi renuncia. Los amigos me apoyaron y organizaron una cena de desagravio. Preparé un discurso para la ocasión […] (Borges, 1999, p. 112)

El discurso, dada la timidez de Borges, fue leído por su amigo Pedro Henríquez Ureña el día 8 de agosto de 1946 y publicado en el número 142 de la revista Sur. En él, Borges afirmaba que "[l]as dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomenten la idiotez […]" Agregaba que combatir esas tristes monotonías "es uno de los muchos deberes del escritor"[39]

Borges combatió anacrónicamente la dictadura de Rosas y contemporáneamente el gobierno democrático de Perón. Pero cierta austeridad lo llevó a no hacer pública, no tornar algo común e inteligible para otros, su actitud. Tampoco se debe olvidar su falta de actualización política para reconocer y entender el carácter atroz de las nuevas dictaduras que, en las décadas de los sesenta y setenta, asolaron Latinoamérica. Fue frente a esas dictaduras que reforzó su incapacidad política y por lo que recibió las más duras críticas.[40]

Esta actuación consistió básicamente en declaraciones y demostraciones de consentimiento con las dictaduras en la Argentina y con Pinochet en Chile.

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El presidente Jorge Videla, con Horacio Esteban Ratti, Ernesto Sabato, Jorge Luis Borges y el padre Leonardo Castellani.

El 19 de mayo de 1976, Jorge Rafael Videla protagonizó un almuerzo con un grupo de intelectuales argentinos, entre los que se contaban Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Horacio Esteban Ratti y el padre Leonardo Castellani. Después de la comida, Borges declaró a la prensa:

"Le agradecí personalmente el golpe del 24 de marzo, que salvó al país de la ignominia, y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado las responsabilidades del gobierno. Yo nunca he sabido gobernar mi vida, menos podría gobernar un país"[41]

Siempre criticó la obra de los escritores politizados, entre a los que incluía a Pablo Neruda. Decía que su fama siempre era extra literaria. De la obra de Pablo Neruda, expresó una vez que lo mejor era "su parte política", dando a entender que incluso su poesía era de baja calidad.[42] Hoy en día la pertinencia de la crítica para con el comportamiento político del autor de Ficciones no fue superada ni, mucho menos, se muestra obsoleta. Según H. Martínez, en un artículo en donde trata de entender las actitudes de Borges frente a la política, la opción borgeana fue la de sustituir la política colocando a la ética en su lugar, una ética de corte individual, casi íntima, donde lo que importa es el compromiso personal con alguna convicción, más allá de sus efectos públicos. Los resultados de esta opción, en una persona pública, en un pensador de la talla de Borges, fueron desastrosos.[40] En 1980 firmó una Solicitada por los desaparecidos en el diario Clarín. Borges dijo al respecto:

"Una tarde vinieron a casa las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo a contarme lo que pasaba. Algunas serían histriónicas, pero yo sentí que muchas venían llorando sinceramente porque uno siente la veracidad. Pobres mujeres tan desdichadas. Esto no quiere decir que sus hijos fueran invariablemente inocentes pero no importa. Todo acusado tiene derecho, al menos, a un fiscal para no hablar de un abogado defensor. Todo acusado tiene derecho a ser juzgado. Cuando me enteré de todo este asunto de los desaparecidos me sentí terriblemente mal. Me dijeron que un general había comentado que si entre cien personas secuestradas, cinco eran culpables, estaba justificada la matanza de las noventa y cinco restantes. ¡Debió ofrecerse él para ser secuestrado, torturado y muerto para probar esa teoría, para dar validez a su argumento!"

El día que Borges asistió a la sala donde se juzgaban a las Juntas Militares argentinas escribió una crónica para la agencia española EFE. Se tituló "Lunes, 22 de julio de 1985".

...He asistido, por primera y última vez, a un juicio oral. Un juicio oral a un hombre que había sufrido unos cuatro años de prisión, de azotes, de vejámenes y de cotidiana tortura. Yo esperaba oír quejas, denuestos y la indignación de la carne humana interminablemente sometida a ese milagro atroz que es el dolor físico. Ocurrió algo distinto. Ocurrió algo peor. El réprobo había entrado enteramente en la rutina de su infierno. Hablaba con simplicidad, casi con indiferencia, de la picana eléctrica, de la represión, de la logística, de los turnos, del calabozo, de las esposas y de los grillos. También de la capucha. No había odio en su voz.[43]
...¿Qué pensar de todo esto? Yo, personalmente, descreo del libre albedrío. Descreo de castigos y de premios. Descreo del infierno y del cielo...Sin embargo, no juzgar y no condenar el crimen sería fomentar la impunidad y convertirse, de algún modo, en su cómplice....Es de curiosa observación que los militares, que abolieron el Código Civil y prefirieron el secuestro, la tortura y la ejecución clandestina al ejercicio público de la ley, quieran acogerse ahora a los beneficios de esa antigualla y busquen buenos defensores. No menos admirable es que haya abogados que, desinteresadamente sin duda, se dediquen a resguardar de todo peligro a sus negadores de ayer.[44]

La Guerra de las Malvinas fue un conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido ocurrido en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 por la soberanía sobre estos archipiélagos australes tomados por la fuerza en 1833 y dominados desde entonces por el Reino Unido. El saldo final de la guerra fue la reocupación de los tres archipiélagos por parte del Reino Unido y la muerte de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. En Argentina, la derrota en el conflicto precipitó la caída de la junta militar que gobernaba el país y que había sucedido a otras juntas militares instauradas tras el golpe de Estado de 1976 y la restauración de la democracia como forma de gobierno. Por otro lado se sostiene que la victoria en el enfrentamiento permitió al gobierno conservador de Margaret Thatcher lograr la reelección en las elecciones del año 1983. En 1982 Borges condenó la invasión argentina de las Islas Malvinas, y valoró positivamente las consecuencias de la derrota:

"...si se hubiesen reconquistado las Malvinas, posiblemente los militares se hubiesen perpetuado en el poder y tendríamos un régimen de aniversarios, de estatuas ecuestres, de falta de libertad total. Además, yo creo que la guerra se hizo para eso, ¿no?"

Al respecto, dijo Julian Barnes: "Durante la guerra de Malvinas, (Borges) nos recordó que la obligación del escritor es decir la verdad más allá de la popularidad. Es lo que hizo con su comentario, brillante y sagaz, de que la guerra no era más que 'dos pelados peleándose por un peine'".[45]

Aparte de ese comentario, Borges logró sintetizar lo absurdo de los nacionalismos y de las guerras en su poema "Juan López y John Ward".[46]

"Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países,
cada uno provisto de lealtades,
de queridas memorias,
de un pasado sin duda heroico,
de derechos,
de agravios,
de una mitología peculiar,
de próceres de bronce,
de aniversarios,
de demagogos y de símbolos.
Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil;
Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown.
Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad,
que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara,
en unas islas demasiado famosas,
y cada uno de los dos fue Caín,
y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos.
La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender."[46]

Borges y la filosofía [editar]

Borges mantuvo una relación sumamente original con la filosofía. Prueba de ello son las incontables menciones filosóficas presentes en su obra ensayística y literaria, así como también su influencia sobre importantes filósofos y pensadores contemporáneos, como Michel Foucault, Ilya Prigogine, Richard Rorty, Umberto Eco y Fernando Savater. Sin ser propiamente filósofo, Borges era no obstante un ávido lector de filosofía. Uno de los elementos originales de su abordaje es que en sus textos las ideas filosóficas aparecen en de forma tal que producen en los lectores su vivencia antes que su conceptualización. Borges rescata ciertas ideas y las representa en clave literaria, destacando lo que éstas tienen de vívido y de maravilloso, apelando a la intuición del lector antes que a su captación conceptual o argumentativa. Las ideas así presentadas son comprendidas en toda su fuerza expresiva. Para generar este efecto, uno de sus procedimientos consiste en asumir las premisas propias de un determinado sistema filosófico y recrear el universo tal como sus partidarios lo perciben. Por ejemplo, en su cuento “Tlön, Uqbar, Orbis, Tertius”,[47] Borges ilustra el idealismo filosófico al presentarnos un mundo (Tlön) en el que todos sus habitantes conciben lo real como un producto de la mente. Según Nicolás Zavadivker,[48] Borges no nos habla en esa historia sobre el idealismo, sino que nos presenta directamente un mundo construido según las premisas idealistas. De esta forma genera una comprensión de estas ideas desde dentro del propio sistema, desde sus posibilidades y sus límites. Desliza, por ejemplo, que no existen los sustantivos en las lenguas de Tlön, por la sencilla razón de que sus habitantes no creen que haya cosas a las que éstos puedan referirse (como afirma el idealismo). Borges ilustra magistralmente los alcances de esta ausencia traduciendo la frase “surgió la luna sobre el río” por la tlöniana “hacia arriba detrás duradero-fluir luneció”.

Este rescate de Borges de las consecuencias más maravillosas de las perspectivas filosóficas que trata se vincula a su explícita opción por la belleza antes que por la verdad. Así, Borges afirma encontrar en su obra una tendencia consistente en “estimar las ideas religiosas o filosóficas por su valor estético y aún por lo que encierran de singular y de maravilloso”.[49] Su esteticismo posiblemente sea una de las claves de la aparente adscripción de Borges hacia filosofías contradictorias, lo que generó discusiones en torno de su propia posición filosófica. También en varias ocasiones destacó su escepticismo con respecto a las posibilidades de la filosofía: “No hay ejercicio intelectual que no sea finalmente inútil. Una doctrina filosófica es al principio una descripción verosímil del universo; giran los años y es un mero capítulo -cuando no un párrafo o un nombre- de la historia de la filosofía”.[50] Según Zavadivker, su esteticismo y su descreimiento en las posibilidades de la filosofía para explicar el mundo lo llevó a asumir y hasta festejar la pluralidad de perspectivas con que los hombres han interpretado el mundo, sin necesidad de definirse por alguna de ellas.

Borges y la religión [editar]

Durante toda su vida, Borges no profesó religión alguna y se declaró agnóstico, aunque luego de la muerte de su madre tuvo un acercamiento al cristianismo. Por expreso pedido de Doña Leonor, Borges rezaba un Ave María antes de irse a dormir como despedida de su madre difunta y en su lecho de muerte recibió la asistencia de un sacerdote católico.[51] [52]

Discípulos contemporáneos [editar]

Si bien Borges no ha tenido "discípulos" directos —pues ello supondría una estética y una escuela previsibles de las que él mismo descreía— hay autores contemporáneos que, de acuerdo con sus críticos, han recibido su influencia de modo directo. El hecho de que hubieran conocido a Borges personalmente y hayan leído su obra en español, puede haber influido en las obras de Ricardo Piglia,[53] César Aira, Roberto Bolaño, Carlos Fuentes, Orhan Pamuk, Paul Auster, Daniel Herrendorf, Salman Rushdie y Umberto Eco, por no mencionar a algunos de los obvios (que además lo han reconocido): Ernesto Sabato, Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares, Julio Ramón Ribeyro, entre otros. También es destacable la influencia que la obra de Borges tuvo en diversos pensadores contemporáneos de otras latitudes, como es el caso de Gilles Deleuze o Michel Foucault.

Las amistades de Borges [editar]

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Uno de los amigos íntimos de Borges: Adolfo Bioy Casares. La fotografía fue tomada en 1968.

Borges tuvo dos amigos íntimos durante la mayor parte de su vida: los escritores Adolfo Bioy Casares y Manuel Peyrou. A Bioy Casares lo conoció en la casa de, su también amiga, Victoria Ocampo, a Peyrou se lo presentaron en un bar alemán de la calle Corrientes cerca de Pueyrredón, en la década de 1920. La relación de amistad con cada uno de ellos fue profundamente diferente. Con Bioy se trataba de una amistad "a la inglesa", que excluía las confidencias; la que mantuvo con el segundo, en cambio, incluyó las confesiones más íntimas y personales. Cuando Borges necesitó la ayuda de un psiquiatra —así lo reveló Estela Canto—, fue Peyrou quien se lo recomendó. Tras la muerte de su amigo en 1974, Borges escribió un poema que lleva por título «Manuel Peyrou» y que publicó luego en Historia de la noche: «Suyo fue el ejercicio generoso / de la amistad genial. Era el hermano / a quien podemos, en la hora adversa, / confiarle todo o, sin decirle nada, / dejarle adivinar lo que no quiere / confesar el orgullo (...)».

Aparte de estos amigos muy cercanos —y de Silvina Ocampo, la mujer de Bioy,— que lo fueron desde el principio de la década de los treinta hasta el fin, otros que giraron en la órbita de ese grupo —en distintas épocas y por diversos espacios de tiempo— fueron Carlos Mastronardi, Emma Risso Platero, Francisco Luis Bernárdez, Xul Solar, Enrique Amorín, Ricardo Güiraldes, Oliverio Girondo, Norah Lange, Elvira de Alvear, Ulises Petit de Murat, Santiago Dabove, Julio César Dabove, Gloria Alcorta, Estela Canto, María Esther Vázquez y Néstor Ibarra. Macedonio Fernández no fue estrictamente amigo sino una especie de mentor de Borges, y únicamente durante unos años, hasta que se distanciaron por razones políticas. Curiosamente, Fernández se graduó de abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1897, junto a los padres de Borges y Peyrou.[54]

Maurice Abramowicz, es un abogado, escritor y poeta de origen judío-polaco. Borges lo conoció en Ginebra en 1914, mientras estudiaba en el Collège Calvin. Dos años menor que Borges, lo inició en la lectura de Rimbaud y mantuvo correspondencia con él sobre temas literarios. En algunos relatos Borges le atribuye comentarios o le dedica páginas. José Bianco (1908-1986) fue un escritor y traductor argentino. Publicó, entre otras obras, La pequeña Gyaros (cuentos, 1932), Sombras suele vestir (1941) y Las ratas (novela, 1941). Realizó excelentes traducciones, como Otra vuelta de tuerca, La lección del maestro, La muerte del león y Hermosas imágenes. Borges, fue su amigo personal y prologó diversas obras suyas y publicó, en 1944, una reseña de la novela Las ratas en la prestigiosa revista Sur. Susana Bombal fue una escritora argentina. Su amigo Borges, prologó su libro Tres Domingos (1957) en donde expresa que "El método narrativo es el de Virginia Woolf; no recibimos los hechos directamente sino su reflejo en una conciencia y la pasión o el pensamiento con los datos sensibles". En 1969 obtuvo el Premio Municipal de Teatro Leído (Green wings, una versión anterior de esta obra, escrita en inglés, había sido publicada por la editorial Losange en 1959). El cuadro de Anneke Loos (cuentos, 1963) fue premiado por la Sociedad Argentina de Escritores con la Faja de Honor. Borges publicó en 1971 El arte de Susana Bombal, un ensayo sobre su obra aparecido en el diario La Nación.

Borges, Internet y Wikipedia [editar]

Borges parece un candidato inesperado para el premio al "Hombre que descubrió Internet". Sin embargo, un número cada vez mayor de comentaristas contemporáneos —ya se trate de profesores de literatura o de críticos culturales como Umberto Eco— concluye que, por más extraordinario y bizarro que parezca, Borges prefiguró la World Wide Web. En un libro reciente, Borges 2.0: From Text to Virtual Worlds (Borges 2.0: del texto a los mundos virtuales), Perla Sassón-Henry explora las relaciones entre la Internet descentralizada de YouTube, los blogs y Wikipedia y los cuentos de Borges, que "hacen del lector un participante activo".[55] [56] Un grupo de relatos de Borges —entre ellos Funes, el memorioso, La biblioteca de Babel y Tlön, Uqbar, Orbis Tertius— se publicó en los Estados Unidos bajo el título de Labyrinths a principios de la década de 1960. Con sus bibliotecas infinitas y hombres que no olvidan, enciclopedias y mundos virtuales que se conjuran desde la página impresa, así como portales que abarcan todo el planeta, estos relatos (junto con algunos otros como "El Aleph") pasaron a constituir según muchos críticos las claves de la intersección entre la nueva tecnología y la literatura. Un ejemplo es la idea de una "biblioteca total" que aparece en 1941 y que anunciaría la capacidad de Internet. Sassón-Henry, profesora asociada del Departamento de Estudios del Lenguaje de la Academia Naval de los Estados Unidos, describe a Borges como alguien "del Viejo Mundo pero con una visión futurista". New Directions, la editorial que publicó Labyrinths, reeditó la antología en mayo de 2008 por primera vez en más de cuarenta años. En un indicio de cómo cambian los tiempos, la primera edición de Laberynth estaba prologada por André Maurois, de la Academia Francesa de la Lengua; la edición actual, en cambio, comprende una introducción de William Gibson, el escritor ciberpunk.

Del mundo creado por Borges en su cuento sobre Tlön, Uqbar, Orbis Tertius a la configuración de la Wikipedia y su funcionamiento en el medio digital hay sólo un paso lleno de referencias cruzadas. La lectura del relato de Borges desde esta perspectiva nos hace también replantearnos el estatus de realidad de la imagen del mundo que crea la Wikipedia como trabajo anónimo colaborativo, que es lo que se plantea Borges.

Tlön es, en su papel central del relato, una enciclopedia:

"Ahora tenía en las manos un vasto fragmento metódico de la historia total de un planeta desconocido, con sus arquitecturas y sus barajas, con el pavor de sus mitologías y el rumor de sus lenguas, con sus emperadores y sus mares, con sus minerales y sus pájaros y sus peces, con su álgebra y su fuego, con su controversia teológica y metafísica. Todo ello articulado, coherente, sin visible propósito doctrinal o tono paródico."[57]

Wikipedia, un proyecto nacido en el año 2001, cuyo lema es «La enciclopedia libre que todos podemos editar», y, según palabras de su cofundador Jimmy Wales, el proyecto constituye «un esfuerzo para crear y distribuir una enciclopedia libre, de la más alta calidad posible, a cada persona del planeta, en su idioma», para lograr «un mundo en el que cada persona del planeta tenga acceso libre a la suma de todo el saber de la humanidad».[58] Con respecto a la autoría, las semejanzas también son notables:

"En los hábitos literarios también es todopoderosa la idea de un sujeto único. Es raro que los libros estén firmados. No existe el concepto de plagio: se ha establecido que todas las obras son obra de un solo autor, que es intemporal y es anónimo."[59]

Wikipedia, por su parte, es esencialmente un wiki —un sitio web el cual permite la autoría pública general y edición de cualquier página—. De hecho, una política esencial de wikipedia es que es de contenido abierto: "El texto y material de contenido abierto se encuentra licenciado por el dueño del copyright, al público general, permitiendo a todos la redistribución y alteración del texto sin ningún cargo y garantizando que nadie puede restringir el acceso a versiones modificadas del contenido."

Un autor múltiple y anónimo tanto en Tlön como en la Wikipedia, en realidad construye el conocimiento del mundo, sea éste una invención o no: en Tlön, siguiendo unas directrices filosóficas idealistas; en Wikipedia, siguiendo unas normas de universalidad del conocimiento y respeto democrático a las ideas, y prohibida la aportación original, se exige describir conocimientos y teorías respaldadas y popularmente aceptadas.[60]

Ahora muchos piensan que “el contacto y el hábito de Tlön han desintegrado este mundo”[61] y quizás es tan cierto como que ha construido otro, rizomático y laberíntico: Tlön significa mapa en islandés, y Tlön es verdaderamente mapa enciclopédico de un laberinto originado en Uqbar (que significa desviándose del camino), laberinto que crece y se bifurca constantemente, cuyos objetos ideales o hrönir (que significa en islandés pilas de materia que cambian por la acción externa) varían y se suceden en la tecnología wiki (en hawaiano, con rapidez), formando un Tlön informático, depósito dinámico de la memoria colectiva humana mediante el consenso de unos wikipedistas. Como al Borges del relato, “si nuestras previsiones no erran, de aquí a cien años alguien descubrirá los cien tomos de la Segunda Enciclopedia de Tlón.”[61] Claro está que, debido a su soporte informático, esa espera es innecesaria. Wikipedia se está reescribiendo ya, en este instante, constantemente.[62]

El sexo en la obra de Borges [editar]

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Borges y un grupo de admiradoras.

El sexo y las mujeres son dos componentes problemáticos de la ficción de Borges: la ausencia de estos dos elementos, que parece tan casual, realmente destaca la extrañeza de su exclusión.[63] Por ejemplo, las escenas de actos sexuales se hallan casi totalmente ausentes en los escritos borgeanos (el encuentro sexual de Emma Zunz con un marinero anónimo es la excepción más notable) y aun la más velada sugerencia de actividades eróticas se hallan limitadas a unos pocos relatos. Tan escaso como lo anterior en la obra de Borges son los personajes femeninos que tengan un papel central en la narración o que posean una personalidad independiente. En general prima su ausencia o una presencia meramente decorativa.[64] El mundo ficticio creado por Borges es un lugar donde las mujeres, si es que aparecen, parecen existir como objetos secundarios con el propósito de proveer a los hombres de una oportunidad para el sexo. El sexo y las mujeres se utilizan principalmente como piezas de negociación en la relación entre hombres, nunca para la procreación o el placer. El sexo en la ficción de Borges, no es más que una táctica, una estrategia, que otorga significado y dinamismo a la interacción entre hombres.[65] [66] [63]

Borges y la mecánica cuántica [editar]

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Borges en 1978.

En numerosos textos científicos y de divulgación científica se citan cuentos de Borges.[67] Así, se menciona a "La biblioteca de Babel"[68] para ilustrar las paradojas de los conjuntos infinitos,[69] y la geometría fractal[70] referencias a la taxonomía fantástica del doctor Franz Kuhn, en "El idioma analítico de John Wilkins" (un favorito de neurocientíficos y lingüistas),[71] invocaciones a "Funes el memorioso" para presentar sistemas de numeración,[72] y hasta una cita de "El libro de arena" en un artículo sobre la segregación de mezclas granulares.[73] En todos estos casos, las citas a cuentos de Borges no son más que ejemplos metafóricos que dan brillo a la prosa opaca de las explicaciones técnicas. Sin embargo, una notable excepción la constituye "El Jardín de senderos que se bifurcan", donde Borges propone sin saberlo (no podría haberlo sabido) una solución a un problema de la física cuántica todavía no resuelto.[74] "El jardín", publicado en 1941, se anticipa de manera prácticamente literal a la tesis doctoral de Hugh Everett III publicada en 1957 con el título Relative State Formulation of Quantum Mechanics,[75] y que Bryce DeWitt habría de popularizar como "La interpretación de los muchos mundos de la mecánica cuántica".[76] El físico Alberto Rojo ha analizado esa sorprendente correspondencia y ha concluido que el parecido entre los textos de Borges y de Everett III muestra de qué manera extraordinaria la mente de Borges estaba inmersa en el entramado cultural del Siglo XX, en esa complejísima red cuyos secretos componentes se ramifican más allá de los límites clasificatorios de cada disciplina. La estructura de ficción razonada de los cuentos de Borges, que a veces parecen teoremas con hipótesis fantásticas, es capaz de destilar ideas en proceso de gestación que antes de convertirse en teorías hacen escala en la literatura. Y así como las ideas de Everett y DeWitt pueden leerse como ciencia ficción; en "El Jardín de los senderos que se bifurcan", la ficción puede leerse como ciencia.[74]

Obra [editar]

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Si bien la poesía fue uno de los fundamentos del quehacer literario de Borges, el ensayo y la narrativa fueron los géneros que le reportaron el reconocimiento universal. Dotado de una vasta cultura, elaboró una obra de gran solidez intelectual sobre el andamiaje de una prosa precisa y austera, a través de la cual manifestó un irónico distanciamiento de las cosas y su delicado lirismo. Sus estructuras narrativas alteran las formas convencionales del tiempo y del espacio para crear mundos alternativos de gran contenido simbólico, construidos a partir de reflejos, inversiones y paralelismos. Los relatos de Borges toman la forma de acertijos, o de potentes metáforas de trasfondo metafísico. Borges, además, escribió guiones de cine y una considerable cantidad de crítica literaria y prólogos. Editó numerosas antologías y fue un prominente traductor de inglés, francés y alemán (también tradujo obras del anglosajón[77] y del escandinavo antiguo)[78] Su ceguera influyó enormemente en su escritura posterior. Entre sus intereses intelectuales destacan la mitología, la matemática, la teología, la filosofía y, como integración de éstas, el sentido borgiano de la literatura como recreación — todos estos temas son tratados unas veces como juego y otras con la mayor seriedad. Borges vivió la mayor parte del siglo XX, por lo que vivió el período modernista de la cultura y la literatura, especialmente el simbolismo. Su ficción es profundamente erudita y siempre concisa.[79]

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Borges junto a Ben Molar.

Desde una perspectiva más histórica, la obra de Borges puede dividirse en períodos. Una primera etapa inicial, vanguardista, acotada entre los años 1923 y 1930. Este período está caracterizado por la importancia fundamental del poema, el verso libre y la proliferación metafórica (sobre todo la proveniente de Lugones), la apelación a un neobarroco de raigambre española (Quevedo, en primer término) y cierto nacionalismo literario, que llega a proclamar la independencia idiomática de Argentina, en textos luego repudiados por el propio autor. A este período pertenecen los poemarios Fervor de Buenos Aires, Luna de enfrente y Cuaderno San Martín, así como los ensayos de Inquisiciones, El tamaño de mi esperanza, El idioma de los argentinos y Evaristo Carriego. A partir de 1930 la obra de Borges, durante unos treinta años, se inclinará a la prosa y surgirá una doble vertiente de su tarea: el ensayo breve, normalmente de lecturas literarias, y la llamada "ficción", que no es estrictamente un cuento, aunque su trámite sea narrativo y su convención de lectura sea la ficcional. En ella aparecen, a menudo, escritores y libros apócrifos como Pierre Ménard y su Quijote, o Herbert Quain. Apelando a citas deliberadamente erróneas en sus meditaciones sobre la tradición literaria, Borges definía la tarea del escritor como esencialmente falsificadora y desdibujaba toda pretensión de originalidad y creación. La literatura era, según su concepción, la infinita lectura de unos textos que surgen de otros y remite a un texto original, perdido, inexistente o tachado. En otro sentido, la obra ficcional borgiana se inclinó a temas recurrentes, como son lo fantasmal de la vida, el combate singular como reconocimiento del otro en el acto de darle muerte, el espejo como cifra de las apariencias mundanas, la lejanía y la desdicha vinculadas con la relación amorosa, o la busca del nombre de los nombres, el prohibido nombre de Dios, donde se realicen las fantasías de perfecta adecuación entre las palabras y las cosas. Estéticamente, en este segundo período de su obra, Borges efectuó una crítica radical a sus años de vanguardista. Se replegó hacia una actitud estética de apariencia neoclásica, aunque en él pervivieran los tópicos del infinito y de lo inefable, recogidos en sus juveniles frecuentaciones de Schopenhauer y de los poetas románticos alemanes. El afán de tersura en la expresión, la relectura de los clásicos y su cita constante, la concisión que exigen los géneros breves, son todos gestos de su neoclasicismo en el que la razón intenta ordenar, jerarquizar y clarificar hasta los límites admisibles de su poder sobre el lenguaje, siempre resbaladizo, engañoso y ambiguo. Borges en esta etapa vuelve sobre algunos episodios costumbristas de ambiente campesino o suburbial, que había tratado en su juventud, como el duelo a cuchillo, para repasarlos en un contexto de mitología universal. Así, sus gauchos y compadritos de las orillas se entreveran con los héroes homéricos, los teólogos medievales y los piratas del mar de la China. No son ya el motivo de una exaltación peculiarista ni se los encara como emblemas de un universo cultural castizo y cerrado, sino que se los relativiza en un marco de ambiciones eclécticas y cosmopolitas. A este período, prescindiendo de antologías y reelaboraciones, pertenecen los ensayos de Discusión (1932), Historia de la eternidad (1936) y Otras Inquisiciones (1952); los relatos de Historia universal de la infamia (1935), de Ficciones (1944) y El Aleph (1949), y un buen número de obras en colaboración con Bioy Casares (Seis problemas para don Isidro Parodi, 1942; Dos fantasías memorables, 1946; Un modelo para la muerte, 1946, y los guiones cinematográficos Los Orilleros y El paraíso de los creyentes, 1955, con Delia Ingenieros (Antiguas literaturas germánicas, 1951), con Betina Edelberg (Leopoldo Lugones, 1955) y con Margarita Guerrero (El Martín Fierro, 1953 y Manual de zoología fantástica, 1957).[80]

La mayoría de sus historias más populares abunda en la naturaleza del tiempo, el infinito, los espejos, laberintos, la realidad y la identidad; mientras otras se centran en temas fantásticos. El mismo Borges cuenta historias más o menos reales de la vida sudamericana; historias de héroes populares, soldados, gauchos, detectives y figuras históricas, mezclando la realidad con la fantasía y los hechos con la ficción.[80]

Con un manejo inusual de las palabras, la obra borgiana impulsó una renovación del lenguaje narrativo, resaltando la índole ficticia del texto y amalgamando fuentes y culturas de índole diversa (europeas y orientales, vanguardistas y clásicas) a través de la parodia y la ironía. Sus textos surgen de otros textos previos, y suponen una estrecha familiaridad con ellos. Las tramas se superponen a otras tramas, cada párrafo es la variación de otra escritura o lectura previas. Es difícil no descubrir algunas de sus claves; es casi imposible descifrarlas todas. Su escritura rescata ideas y preguntas que atraviesan el pensamiento occidental desde sus remotos orígenes y las reformula, legándolas a la posteridad. No intenta seriamente solucionar las contradicciones; prefiere resaltarlas, reordenándolas en paradojas, a las que envuelve una y otra vez con diferente ropaje.[80]

En sus páginas más características, propone un contexto lúdico y desafía al lector a resolver un enigma. Como en un buen laberinto policial, exhibe todas las pistas necesarias para deducir las respuestas; entre esas pistas se destaca su propia biblioteca clasificada y comentada. Hay una solución obvia que satisface al detective chapucero, pero la verdadera clave está reservada para el héroe. Cuál es el enigma y quién es en realidad ese héroe son también parte del misterio. Abunda en referencias inexistentes disimuladas entre un fárrago de citas eruditas. Hay frases copiadas traviesamente de obras ajenas, guiños al iniciado, a sus amistades y a sí mismo. Sus mejores cuentos acumulan múltiples significados, ordenados en capas que se tornan alternativamente transparentes u opacas según el punto de vista. El lector vislumbra un reflejo aquí y otro allá, de acuerdo a su experiencia y a sus circunstancias; la comprensión completa, sin embargo, nos está vedada. El único privilegiado es el tramoyista, el que visualiza el universo cifrado, el que urdió la trama, ubicado en el centro del laberinto, reflejado y multiplicado en sus propias palabras: el mismísimo Jorge Luis Borges.[81]

Como afirmó Octavio Paz, Borges ofreció dádivas sacrificiales a dos deidades normalmente contrapuestas: la sencillez y lo extraordinario. En muchos textos Borges logró un maravilloso equilibrio entre ambas: lo natural que nos resulta raro y lo extraño que nos es familiar. Tal proeza determinó el lugar excepcional de Borges en la literatura.[82] En ese mismo sentido, Fritz Rufolf Fries sostuvo que Borges consiguió formar su propia identidad en el espejo de los autores que él interrogaba, mostrándonos lo insólito de lo ya conocido.[83]

Traducciones [editar]

A la edad de 11 años, tradujo a Oscar Wilde.[84] Borges creía que la traducción podía superar al original y que la alternativa y potencialmente contradictoria revisión del original podía ser igualmente válida, más aún, que el original o la traducción literal no tenía porqué ser fiel a la traducción. A lo largo de su vida, tradujo, modificando sutilmente, el trabajo de, entre otros, Edgar Allan Poe, Franz Kafka, James Joyce, Hermann Hesse, Rudyard Kipling, Herman Melville, André Gide, William Faulkner, Walt Whitman, Virginia Woolf, Henri Michaux, Jack London, Gustav Meyrink, Novalis, Marcel Schwob, George Bernard Shaw, May Sinclair, Jonathan Swift, H. G. Wells y G. K. Chesterton.

Cuentos [editar]

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Borges en 1978.
El espantoso redentor Lazarus Morell.
El impostor inverosímil Tom Castro.
La viuda Ching, pirata puntual.
El proveedor de iniquidades Monk Eastman.
El asesino desinteresado Bill Harrigan.
El incivil maestro de ceremonias Kotsuké no Suké.
El tintorero enmascarado Hákim de Merv.
Hombre de la esquina rosada.
Un teólogo en la muerte.
La cámara de las estatuas.
Del Libro de las 1001 Noches, noche 272.
Historia de los dos que soñaron.
Del Libro de las 1001 Noches, noche 351.
El brujo postergado.
El espejo de tinta.
  • Ficciones (1944), el cual consta de dos secciones y las siguientes narraciones:
I. El jardín de senderos que se bifurcan
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius
El acercamiento a Almotásim
Pierre Menard, autor del Quijote
Las ruinas circulares
La lotería en Babilonia
Examen de la obra de Herbert Quain
La Biblioteca de Babel
El jardín de senderos que se bifurcan
II. Artificios
Prólogo
Funes el memorioso
La forma de la espada
Tema del traidor y del héroe
La muerte y la brújula
El milagro secreto
Tres versiones de Judas
El inmortal.
El muerto.
Los teólogos.
Historia del guerrero y la cautiva.
Biografía de Tadeo Isidoro Cruz (1829-1874).
Emma Zunz,
La casa de Asterión
La otra muerte.
Deutsches requiem.
La busca de Averroes.
El Zahir
La escritura del Dios.
Abenjacán el Bojarí, muerto en su laberinto.
Los dos reyes y los dos laberintos.
La espera.
El hombre en el umbral.
El Aleph.
Hombre de la esquina rosada.
Emma Zunz.
La espera.
Funes el memorioso.
La forma de la espada.
Tema del traidor y del héroe.
El jardín de senderos que se bifurcan.
El milagro secreto.
La muerte y la brújula.
La intrusa.
El indigno.
Historia de Rosendo Juárez.
El encuentro.
Juan Muraña.
La señora mayor.
El duelo.
El otro duelo.
Guayaquil.
El evangelio según Marcos.
El informe de Brodie.
El otro.
Ulrica.
El Congreso.
There are more things.
La Secta de los Treinta.
La noche de los dones.
El espejo y la máscara.
Undr.
Utopía de un hombre que está cansado.
El soborno.
Avelino Arredondo.
El disco.
El libro de arena.
Epílogo.
Veinticinco de agosto de 1983.
Tigres azules.
La rosa de Paracelso.
La memoria de Shakespeare.

Ensayos [editar]

Poesías [editar]

Antologías [editar]

  • Antología personal (1961)
  • Nueva antología personal (1968).
  • Libro de sueños (1976)

Obras en colaboración [editar]

Guiones de cine [editar]

Notas [editar]

a. Según relata, no sin ironía, el propio Borges: "Su pedagogía fue deletérea o inútil, porque al ingresar yo en 1909, al cuarto grado de la escuela primaria, descubrí con temor que no me podía entender con mis condiscípulos. Carecía del léxico más común: biaba, biaba caldosa, otario, piña, muy de la garganta, ganchudo, faso, meneguina, batir. Las obscenidades de primera necesidad también no faltaban. Las estudié y pronto me curé del contrario error pedantesco de menudearlas mucho.[85]

b. Su hermana Norah Borges y su madre fueron detenidas, acusadas de escándalo en la vía pública. Norah Borges (y su amiga Adela Grondona) fueron llevadas durante unos días a la cárcel del Buen Pastor (cárcel de mujeres), y en el caso de Leonor Acevedo se decretó arresto domiciliario por razones de edad.[11]

c. Con mayor precisión: en la tumba 735, ubicación D-6 del cementerio de Plainpalais, a la derecha de un ciprés.[19]

d. Esta frase hace referencia a "La balada de Maldon", un poema épico del siglo X que describe el enfrentamiento que tuvo lugar el 10 u 11 de agosto de 991 en el río Blackwater (Essex, Inglaterra).[86] En uno de sus pasajes dice: "Entonces comenzó Byrhtnoth a arengar a los hombres / Cabalgando les aconsejó, enseñó a sus guerreros / Cómo debían pararse y defender sus lugares / Les ordenó que sostuvieran bien sus escudos / con sus puños firmes y que no temieran. / Entonces cuando sus huestes estuvieron bien ordenadas / Byrhtnoth descansó entre sus hombres donde más le gustaba estar / Entre aquellos guerreros que él sabía más fieles". A la segunda parte del quinto verso transcrito pertenece el epitafio del anverso de la lápida de Borges.[19] El grabado de los siete guerreros es copia del grabado de otra lápida —posiblemente la lápida erigida en el siglo IX en el monasterio de Lindisfarne, en el norte de Inglaterra, que conmemora el ataque vikingo sufrido por el monasterio en el año 793— que Borges relacionó con "La balada de Maldon"; él mismo nos habla de ella: "Una lápida del norte de Inglaterra representa, con torpe ejecución, un grupo de guerreros nortumbrios. Uno blande una espada rota; todos han arrojado sus escudos; su señor ha muerto en la derrota y ellos avanzan para hacerse matar, porque el honor les obliga a acompañarlo". Las afirmaciones que Borges hizo en vida sobre la muerte son contradictorias, a veces dijo no temerla, sino ansiarla como la única vía para salvarse de él mismo; otras dijo no suicidarse por cobardía. Los heroicos guerreros sajones de su lápida parecen querer infundirle valor ante su último acto en el mundo... y que no temiera.[19]

e. El sentido original de la segunda inscripción hace referencia a la historia del héroe Sigurd, que cuando comparte el lecho con Brynhild, la pretendida por el hermano de su esposa, para no tocarla coloca una espada llamada Gram entre ambos. Años después, en una crisis de celos, Brynhild hace matar a Sigurd; cuando comprende que no puede sobrevivir su muerte se apuñala, y pide yacer en la misma pira que su amado, y que de nuevo esté entre los dos la espada desnuda, como en aquellos días en que subieron juntos a un mismo lecho.[19]

Referencias [editar]

  1. Guiñazú, C. 1999. Prólogo al Congreso Internacional "Il secolo di Borges. Letteratura, scienza, filosofía" que fue realizado en Venecia del 25 al 27 de marzo de 1999 por "Il Dipartimento di Studi Anglo-Americani e Ibero-Americani" y la Universidad Ca'Foscari de Venecia, en ocasión del centenario del nacimiento del escritor argentino. [1]
  2. Vlady Kocianich. 2001. Jorge Luis Borges. Publicado en Antroposmoderno el 2001-10-23. [2]
  3. a b c d e Fundación Konex (1984). «Premios Konex, Jorge Luis Borges, Curriculum vitae». Consultado el 25 de marzo de 2008.
  4. a b c d e Allen B. Ruch (Septiembre de 2004). «Jorge Luis Borges Biography» (en inglés). Consultado el 25 de septiembre de 2008.
  5. a b c d Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaría de Coordinación Administrativa. «Efemérides Culturales Argentinas. Jorge Luis Borges: primeros días (1899-1913)». Consultado el 21 de diciembre de 2007.
  6. a b La versión completa del poema se encuentra en Textos recobrados entre las páginas 24 y 26, pero fue publicado por primera vez en Grecia, Revista Quincenal de Literatura, Sevilla, Año 2, N.37, 31 de diciembre de 1919
  7. a b Sololiteratura (1984). «Semblanza de Jorge Luis Borges.» (en español). Consultado el 6 de enero de 2008.
  8. Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaría de Coordinación Administrativa (1984). «Efemérides Culturales Argentinas. Jorge Luis Borges: 1924-1930» (en español). Consultado el 21 de diciembre de 2008.
  9. a b Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaría de Coordinación Administrativa (1984). «Efemérides Culturales Argentinas. Jorge Luis Borges: 1931-1940» (en español). Consultado el 21 de diciembre de 2008.
  10. La primera versión de "Hombre de la esquina rosada" fue publicada por primera vez en 1927 con el título "Hombres que pelearon". Efemérides Culturales Argentinas. Jorge Luis Borges: 1924-1930. Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaría de Coordinación Administrativa. Página accedida el 5-1-08. [3]
  11. a b c Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaría de Coordinación Administrativa (1984). «Efemérides Culturales Argentinas. Jorge Luis Borges: 1941-1950» (en español). Consultado el 8 de enero de 2008.
  12. a b c d Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaría de Coordinación Administrativa (1984). «Efemérides Culturales Argentinas. Jorge Luis Borges: 1951-1960» (en español). Consultado el 20 de enero de 2008.
  13. Borges, Jorge Luis. 1980. "La ceguera". En: Siete noches (Conferencias pronunciadas por Borges en 1977), Fondo de Cultura Económica, Ediciones Nuevo País, Buenos Aires, pp. 144-160. ISBN 950-557-018-4
  14. Borges, Jorge Luis. 1980. La ceguera. En: Siete noches (Conferencias pronunciadas por Borges en 1977), Fondo de Cultura Económica, Ediciones Nuevo País, Buenos Aires, pag.: 144-160. ISBN 950-557-018-4
  15. Jorge Luis Borges. Poema de los Dones. [4]
  16. En el año 1976 Jorge Luis Borges se presentó en el programa de entrevistas de Joaquín Soler Serrano. Borges comentó en la entrevista el impacto que los idiomas tuvieron a lo largo de su vida. Educado en el idioma español e inglés, se dedicó a estudiar el inglés, francés, alemán y escandinavo [5]
  17. a b Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaría de Coordinación Administrativa (1984). «Efemérides Culturales Argentinas. Jorge Luis Borges: 1961-1970» (en español). Consultado el 20 de enero de 2008.
  18. Borges, Jorge Luis. 1974. "Obras Completas". Emecé, 1169 pp.
  19. a b c d e f Muñoz Rengel, J.J. (1999): "El último artificio de Borges". A Parte Rei, Revista de Filosofía. Nº 5, Septiembre. artículo
  20. Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Biografía. [6] Página accedida el 5-8-08.
  21. Video de la lápida por ambos lados
  22. Foto del anverso de la lápida
  23. Tras la lápida de Borges (Juan Jacinto Muñoz Rengel)El País 24/02/2009
  24. Proyecto para repatriar los restos de Borges
  25. El cementerio donde Borges quería descansar
  26. Borges seguirá en Ginebra
  27. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Recorridos biográficos. Jorge Luis Borges. URL accedida el 6-1-08 [7]
  28. Volodia Teitelboim. 1996. Los Dos Borges, vida, sueños, enigmas. Editorial Sudamericana. Texto escogido sobre el tema en particular
  29. Emir Rodríguez Monegal en Borges, una biografía literaria (Fondo de Cultura Económica. México, 475 pag., 1993.), explica: "... ya había sido elegido a medias con Vicente Aleixandre, el poeta surrealista español, para el Premio Nobel, cuando una visita intempestiva a Santiago de Chile, para aceptar una medalla de manos del dictador Pinochet, decidió a la Academia a borrar cuidadosamente su nombre...". Cuando le preguntan a Borges si sabía que con esto se jugaba el Premio Nobel respondió: " -Pero fíjese que yo sabía que me jugaba el Premio Nobel cuando fui a Chile y el presidente ¿cómo se llama? -Pinochet. -Sí, Pinochet me entregó la condecoración. Yo quiero mucho a Chile y entendí que me condecoraba la nación chilena, mis lectores chilenos".
  30. Jorge Luis Borges. 1921. Ultraísmo. Nosotros, 151. Buenos Aires, diciembre. Texto original
  31. de Torre, G. 1964. "Para la prehistoria ultraísta de Borges". Hispania, Vol. 47 (3):457-463. doi:10.2307/336161
  32. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Argentina. "Jorge Luis Borges, temas de pertenencia: el movimiento ultraísta" (página web accedida el 18 de noviembre de 2007).[8]
  33. Carlos Cortinez. Hacia el extasis: "El congreso" de Borges. 1986. Hispanic Review, Vol. 54, No. 3, pp. 313-322 (página web accedida el 18 de noviembre de 2007). [9]
  34. Borges, J.L. 1935. "Las pesadillas y Kafka". La Prensa, 6 de febrero.
  35. Borges, J.L. 1974. "Obras Completas". Buenos Aires, pag. 429.
  36. Woodall, J. (1999): La vida de Jorge Luis Borges. El hombre en el espejo del libro, Barcelona, Gedisa.
  37. Woodall, J. 1999. La vida de Jorge Luis Borges. El hombre en el espejo del libro, Barcelona, Gedisa.
  38. citado en Fernández, Teodosio (comp., 1998), Álbum biográfico de Jorge Luis Borges, Madrid, Alianza Editorial, p. 40.
  39. Woodall, J. (1999): La vida de Jorge Luis Borges. El hombre en el espejo del libro, Barcelona, Gedisa, p.222.
  40. a b Martínez, H.L. 2006. "Notas para una biografía política de Borges". Metapolítica 47:29-31.[10]
  41. Diario La Nación, 20 de mayo de 1976[11]
  42. http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-129018-2009-07-29.html La entrevista con el escritor se hace amable y amplia. Borges deja volar al taumaturgo y derrocha inteligencia y picardía. Así las cosas y agotando la poesía, se cae en Neruda. El periodista, rápido en la observación y, quizá, descartando que la opinión a emitir contará con la aceptación de su par, suelta unas palabras claramente críticas para el diplomático chileno: “Pero Neruda... tiene ese costado político que echa a perder su poesía...”. A lo que Borges, reacomodándose en el sillón y colocando la cara en dirección al periodista, y muy en lo suyo, maestro en descolocar defensas, luego de haber denostado al Quiroga narrador y de haber calificado a Lorca de “andaluz profesional”, como si le molestara lo que habría de decir, respondió: “Bueno, usted sabe..., yo creo... que..., quizás ese costado político sea lo mejor de su poesía...”
  43. Originalmente publicado en Clarín, 31 de julio de 1985. Disponible también entre las páginas 314-316 del libro de Jorge Luis Borges editado por Emecé-Planeta, Textos recobrados III. El fragmento que se transcribe aquí se puede hallar en La Insignia del 20 de diciembre de 2004. [12]
  44. Originalmente publicado en Clarín, 31 de julio de 1985. Disponible también entre las páginas 314-316 del libro de Jorge Luis Borges editado por Emecé-Planeta, Textos recobrados III. El fragmento de se transcribe aquí se puede hallar en La Insignia del 20 de diciembre de 2004. [13]
  45. Barnes, J. 1996. La vida, una maldita cosa detrás de la otra. Clarín. Suplemento especial dedicado a Jorge Luis Borges. [14]".
  46. a b Borges, J.L. 1985. Los Conjurados. Emecé, Buenos Aires.
  47. Incluido en Borges, Jorge Luis. Ficciones, Alianza, Barcelona, 1998.
  48. Nicolás Zavadivker, “Borges y la metafísica”, revista virtual A parte Rei, nº 58, Madrid, 2008. http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/nicolas58.pdf
  49. Borges, Jorge Luis. Otras inquisiciones, Emecé, Buenos Aires, 1986, p. 247.
  50. Borges, Jorge Luis. Obras Completas, Tomo 1, Emecé, Buenos Aires, 1974, p. 449.
  51. Jorge Luis Borges (por Pablo Caruso)
  52. Borges, 'forjador de sueños', fue enterrado en Ginebra
  53. Mateo Palmer, Margarita. Casa de la Américas (ed.): «Las pistas de un enigma: la poética de Ricardo Piglia». Consultado el 27 de marzo de 2009. «El interés de Piglia por crear un espacio de lectura para sus propios textos, fundando una tradición a través del diálogo que establece con sus antecesores, es uno de los hilos principales de la trama desarrollada por Fornet. Las observaciones de Jorge Luis Borges acerca de que «cada escritor crea a sus precursores» y «su labor modifica nuestra concepción del pasado, como ha de modificar el futuro», son desarrolladas en el análisis literario de Respiración artificial, La ciudad ausente y los relatos «Nombre falso» y «Prisión perpetua», textos seleccionados para llevar a cabo la indagación.»
  54. Óscar Peyrou. Borges y Argentina. Los amigos de Borges. Centro Virtual Cervantes. Borges 100 años. URL accedida el 26-12-07. [15]
  55. Cohen, N. 2008. ¿Borges fue precursor de Internet? Clarín (Argentina), 8 de enero de 2008.[ http://www.clarin.com/diario/2008/01/08/sociedad/s-03201.htm.]
  56. Sassón-Henry, P. 2007. Borges 2.0: From Text to Virtual Worlds (Latin America Interdisciplinary Studies). Peter Lang Publ. ISBN 978-0-8204-9714-3
  57. Borges, J.L. 1974. "Obras Completas". Buenos Aires, pag. 434.
  58. Slashdot (2004). «Wikipedia Founder Jimmy Wales Responds». Consultado el consultado el 10 de enero de 2008..
  59. Borges, J.L. 1974. "Obras Completas". Buenos Aires, pag. 439.
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  64. Según Herbert Brant, la obra de Ion T. Agheana Reasoned Thematic Dictionary of the Prose of Jorge Luis Borges (Hanover [NH], Ediciones del Norte, 1990) corrobora este punto ya que no hay ninguna entrada para "sexo" o "sexualidad" y la entrada para "mujer" tiene menos de una página. Más aún, Agheana identifica solo once historias en las cuales las mujeres son importantes para la organización del relato: "La viuda Ching, pirata," "Historia del guerrero y de la cautiva," "Emma Zunz," "Delia Elena San Marco," "La intrusa," "Juan Muraña," "La señora mayor," "El duelo," "El evangelio según Marcos," "La noche de los dones," y "Los espejos vedados." A este grupo, H. Brant agrega "Hombre de la esquina rosada," "El congreso," y "Ulrica."
  65. Altamiranda, Daniel. "Borges, Jorge Luis (Argentina; 1899-1986)." Latin American Writers on Gay and Lesbian Themes: A Bio-Critical Sourcebook. Ed. David William Foster. Westport: Greenwood P, 1994. 72-83.
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  86. "La balada de Maldon" se halla traducida y explicada en el libro "Literaturas germánicas medievales" de Jorge Luis Borges y María Esther Vázquez.

Bibliografía [editar]

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  • Benítez, L. Borges, la tiniebla y la gloria, 93p. ISBN 84-96138-15-1
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  • Cervera Salinas, Vicente. 1992. La poesía de Jorge Luis Borges: historia de una eternidad, Editum.
  • Cervera Salinas, Vicente. La poesía del logos, Editum.
  • Gallo, Gastón. 1996. Biografía de Jorge Luis Borges. Producido para el CD-ROM La Biblioteca Total (C) Nicolás Helft / Weber-Ferro. [21]
  • Martín Hadis. La vida y la obra de Jorge Luis Borges. Internetaleph. [22]
  • Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaría de Coordinación Administrativa. Coordinación General de Informática y Telecomunicaciones. Efemérides Culturales Argentinas.. «Jorge Luis Borges».
  • Varios autores. Qué nos queda de Borges?. Suplemento especial del diario Clarín (Argentina).
  • Colección de Sitios de Internet con páginas sobre Jorge Luis Borges [23]
  • Fundación Konex. Premio Konex de platino 1984. «Jorge Luis Borges. Biografía».
  • Savater, F. 2002. Borges: la ironía metafísica. Ed. Omega, Barcelona, 215 pp. VER
  • Vaccaro, A. Georgie 1898-1930. Una vida de Jorge Luis Borges. Buenos Aires: Editorial Proa, Alberto Casares, 1996.
  • Vaccaro, A. 2006. Borges, vida y literatura. Edhasa, 784 pp. ISBN 950-9009-59-8
  • Williamson, E. Borges, una vida. Editorial Seix Barral. ISBN 950-731-488-1

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]

Biografía y homenaje

Obra literaria

Pensamiento político

Pensamiento filosófico

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Jorge Luis Borges

Borges in 1951, by Grete Stern
Born Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo
24 August 1899(1899-08-24)
Buenos Aires, Argentina
Died 14 June 1986 (aged 86)
Geneva, Switzerland
Occupation Writer, poet, critic, librarian
Language Spanish


Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo (August 24, 1899 – June 14, 1986), best known as Jorge Luis Borges (Spanish pronunciation: [ˈxorxe ˈlwis ˈborxes]), was an Argentine writer, essayist, and poet born in Buenos Aires. In 1914 his family moved to Switzerland where he attended school and traveled to Spain. On his return to Argentina in 1921, Borges began publishing his poems and essays in surrealist literary journals. He also worked as a librarian and public lecturer. In 1955 he was appointed director of the National Public Library (Biblioteca Nacional) and professor of Literature at the University of Buenos Aires. In 1961 he came to international attention when he received the first International Publishers' Prize, the Prix Formentor. His work was translated and published widely in the United States and in Europe. Borges himself was fluent in several languages. He died in Geneva, Switzerland, in 1986.

His work embraces the "chaos that rules the world and the character of unreality in all literature."[1] His most famous books, Ficciones (1944) and The Aleph (1949), are compilations of short stories interconnected by common themes: dreams, labyrinths, libraries, fictional writers and works, religion, God. His works have contributed significantly to the genre of fantasy literature.[2] Scholars have noted that Borges's progressive blindness helped him to create innovative literary symbols through imagination since "poets, like the blind, can see in the dark".[3][4] The poems of his late period dialogue with such cultural figures as Spinoza, Luís de Camões, and Virgil.

His international fame was consolidated in the 1960s, aided by the "Latin American boom" and the success of Gabriel García Márquez's Cien Años de Soledad.[2] Writer and essayist J. M. Coetzee said of him: "He, more than anyone, renovated the language of fiction and thus opened the way to a remarkable generation of Spanish American novelists."[5]

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[edit] Early life and education

Jorge Luis Borges was born to an educated middle-class family. Borges's mother, Leonor Acevedo Suárez, came from a traditional Uruguayan family. His 1929 book Cuaderno San Martín included a poem "Isidoro Acevedo," commemorating his maternal grandfather, Isidoro de Acevedo Laprida, a soldier of the Buenos Aires Army who stood against dictator Juan Manuel de Rosas. A descendant of the Argentine lawyer and politician Francisco Narciso de Laprida, Acevedo fought in the battles of Cepeda in 1859, Pavón in 1861, and Los Corrales in 1880. Isidoro de Acevedo Laprida died of pulmonary congestion in the house where his grandson Jorge Luis Borges was born.

Borges's father, Jorge Guillermo Borges Haslam, was a lawyer and psychology teacher with literary aspirations. ("...he tried to become a writer and failed in the attempt," Borges once said, "...[but] composed some very good sonnets"). His father was part Spanish, part Portuguese, and half English; his paternal grandmother was English and maintained a strong spirit of English culture in Borges's home. In this home, both Spanish and English were spoken. From earliest childhood Borges was bilingual, reading Shakespeare in English at the age of twelve. The family lived in a large house with an English library of over one thousand volumes. Borges would later remark that "if I were asked to name the chief event in my life, I should say my father's library".[6] They were in comfortable circumstances; but not being wealthy enough to live in downtown Buenos Aires, they resided in Palermo, then a poorer suburb of the city.

His father was forced to give up practicing law due to the failing eyesight that would eventually afflict his son. In 1914 the family moved to Geneva, Switzerland. Borges senior was treated by a Geneva eye specialist, while his son and daughter Norah attended school, where Borges junior learned French and taught himself German. He received his baccalauréat from the Collège de Genève in 1918. The Borges family decided that, due to political unrest in Argentina, they would remain in Switzerland. This lasted until 1921 when, after World War I, the family spent three years living in various cities: Lugano, Barcelona, Majorca, Seville, and Madrid.

At that time Borges discovered the writing of Arthur Schopenhauer and Gustav Meyrink's The Golem (1915) which became influential to his work. In Spain, Borges became a member of the avant-garde Ultraist literary movement (anti-Modernism, which ended in 1922 with the cessation of the journal Ultra). His first poem, "Hymn to the Sea", written in the style of Walt Whitman, was published in the magazine Grecia.[7] While in Spain, he met noted Spanish writers, including Rafael Cansinos Assens and Ramón Gómez de la Serna.

[edit] Early writing career

Jorge Luis Borges in 1940s, photograph taken from the book "Historia de la Literatura Argentina Vol II" (1968) edited by Centro Editor de América Latina.

In 1921 Borges returned with his family to Buenos Aires, where he imported the doctrine of Ultraism and launched his career, publishing surreal poems and essays in literary journals. In 1930 Nestor Ibarra called Borges the "Great Apostle of Criollismo."[8] His first published collection of poetry was Fervor de Buenos Aires (1923). He contributed to the avant-garde review Martín Fierro (whose "art for art's sake" approach contrasted to that of the more politically involved Boedo group). Borges co-founded the journals Prisma, a broadsheet distributed largely by pasting copies to walls in Buenos Aires, and Proa. Later in life Borges regretted some of these early publications, and attempted to purchase all known copies to ensure their destruction.[9]

By the mid-1930s, he began to explore existential questions. He also worked in a style that Ana María Barrenechea has called "irreality." Borges was not alone in this task. Many other Latin American writers, such as Juan Rulfo, Juan José Arreola, and Alejo Carpentier, investigated these themes, influenced by the phenomenology of Husserl and Heidegger or the existentialism of Jean-Paul Sartre. Even though existentialism saw its apogee during the years of Borges's greatest artistic production, it can be argued that his choice of topics largely ignored existentialism's central tenets. To that point, critic Paul de Man wrote:

"Whatever Borges's existential anxieties may be, they have little in common with Sartre's robustly prosaic view of literature, with the earnestness of Camus' moralism, or with the weighty profundity of German existential thought. Rather, they are the consistent expansion of a purely poetic consciousness to its furthest limits."[10]

From the first issue, Borges was a regular contributor to Sur, founded in 1931 by Victoria Ocampo. It was then Argentina's most important literary journal.[11] Ocampo introduced Borges to Adolfo Bioy Casares, another well-known figure of Argentine literature, who was to become a frequent collaborator and dear friend. Together they wrote a number of works, some under the nom de plume H. Bustos Domecq, including a parody detective series and fantasy stories. During these years a family friend Macedonio Fernández became a major influence on Borges. The two would preside over discussions in cafés, country retreats, or Fernández' tiny apartment in the Balvanera district.

In 1933 Borges gained an editorial appointment at the literary supplement of the newspaper Crítica, where he first published the pieces later collected as the Historia universal de la infamia (A Universal History of Infamy). This involved two types of pieces. The first lay somewhere between non-fictional essays and short stories, using fictional techniques to tell essentially true stories. The second consisted of literary forgeries, which Borges initially passed off as translations of passages from famous but seldom-read works. In the following years, he served as a literary adviser for the publishing house Emecé Editores and wrote weekly columns for El Hogar, which appeared from 1936 to 1939.

In 1937, Borges found work as first assistant at the Miguel Cané branch of the Buenos Aires Municipal Library. His fellow employees forbade him from cataloguing more than one hundred books per day, a task which took him about an hour. The rest of his time he spent in the basement of the library, writing articles and short stories.

Borges's urbane character allowed him to free himself from the trap of local color. The varying genealogies of characters, settings, and themes in his stories, such as "La muerte y la brújula", used Argentine models without pandering to his readers. In his essay "El escritor argentino y la tradición", Borges notes that the very absence of camels in the Qur'an was proof enough that it was an Arabian work. He suggested that only someone trying to write an "Arab" work would purposefully include a camel. He uses this example to illustrate how his dialogue with universal existential concerns was just as Argentine as writing about gauchos and tangos (subjects he himself used).

[edit] Later career

Borges in 1976. With his progressive blindness, he had to use a cane and live with the help of another person to take him to places.

Borges's father died in 1938, a tragedy for the writer, as father and son were very devoted to each other. On Christmas Eve of the same year, Borges suffered a severe head wound; during treatment, he nearly died of septicemia. While recovering from the accident, Borges began tinkering with a new style of writing, for which he would become famous. The first story penned after his accident was "Pierre Menard, Author of The Quixote" in May 1939. In this story, he examined the relationship between father and son and the nature of authorship.

His first collection of short stories, El jardín de senderos que se bifurcan (The Garden of Forking Paths) appeared in 1941, composed mostly of works previously published in Sur. Though generally well received, El jardín de senderos que se bifurcan failed to garner for him the literary prizes many in his circle expected.[12][13] Ocampo dedicated a large portion of the July 1941 issue of Sur to a "Reparation for Borges"; numerous leading writers and critics from Argentina and throughout the Spanish-speaking world contributed writings to the "reparation" project. The title story is about a Chinese professor in England named Dr. Yu Tsun who spies for Germany during World War I in an attempt to prove to the authorities that an Asian person is able to obtain the information that they seek.

When Juan Perón became President in 1946, Borges was dismissed from the library and "promoted" to the position of poultry inspector for the Buenos Aires municipal market. (He immediately resigned; he always referred to this post as "Poultry and Rabbit Inspector"). His offenses against the Peronistas up to that time consisted of little more than adding his signature to pro-democracy petitions. Shortly after his resignation, Borges addressed the Argentine Society of Letters saying, in his characteristic style, "Dictatorships foster oppression, dictatorships foster servitude, dictatorships foster cruelty; more abominable is the fact that they foster idiocy."

With his vision beginning to fade in his early thirties[14] and unable to support himself as a writer, Borges began a new career as a public lecturer.[15] Despite a certain degree of political persecution, he was reasonably successful. Borges became an increasingly public figure, obtaining appointments as President of the Argentine Society of Writers, and as Professor of English and American Literature at the Argentine Association of English Culture. His short story "Emma Zunz" was turned into a film (under the name of Días de odio (English title: Days of Hate), directed in 1954 by the Argentine director Leopoldo Torre Nilsson).[16] Around this time, Borges also began writing screenplays.

In 1955 after the initiative of Ocampo, the new anti-Peronist military government appointed Borges head of the National Library.[17] By that time, he had become completely blind, like one of his best known predecessors, Paul Groussac, for whom Borges wrote an obituary. Neither coincidence nor the irony escaped Borges and he commented on them in his work:

Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.
Let neither tear nor reproach besmirch
this declaration of the mastery
of God who, with magnificent irony,
granted me both the gift of books and the night.

The following year Borges was awarded the National Prize for Literature from the University of Cuyo, and the first of many honorary doctorates. From 1956 to 1970, Borges also held a position as a professor of literature at the University of Buenos Aires, while frequently holding temporary appointments at other universities.

As his eyesight deteriorated, Borges relied increasingly on his mother's help. When he was not able to read and write anymore (he never learned to read Braille), his mother, to whom he had always been devoted, became his personal secretary.

[edit] Later personal life

Quotation by Borges at Buenos Aires Madrid Metro station: "It smacks of fiction that Buenos Aires was ever founded. I judge her to be as eternal as the sea and the wind."

When Perón returned from exile and was re-elected president in 1973, Borges immediately resigned as director of the National Library. In 1967 Borges married the recently widowed Elsa Astete Millán. Friends believed that his mother, who was 90 and anticipating her own death, wanted to find someone to care for her blind son. The marriage lasted less than three years. After a legal separation, Borges moved back in with his mother, with whom he lived until her death at age 99.[18] Thereafter, he lived alone in the small flat he had shared with her, cared for by Fanny, their housekeeper of many decades.[19] From 1975 until the time of his death, Borges traveled all over the world. He was often accompanied in these travels by his personal assistant María Kodama, an Argentine woman of Japanese and German ancestry. In April 1986, a few months before his death, he married her via an attorney in Paraguay.

Jorge Luis Borges died of liver cancer in 1986 in Geneva. He was buried in the Cimetière des Rois (Plainpalais). After years of legal wrangling about the legality of the marriage, Kodama, as sole inheritor of a significant annual income, gained control over his works. Her administration of his estate has bothered some scholars; she has been denounced by the French publisher Gallimard, by Le Nouvel Observateur, and by intellectuals such as Beatriz Sarlo, as an obstacle to the serious reading of Borges's works.[20] Under Kodama, the Borges estate rescinded all publishing rights for existing collections of his work in English (including the translations by Norman Thomas di Giovanni, in which Borges himself cooperated—and from which di Giovanni received fifty percent of the royalties) and commissioned new translations by Andrew Hurley.[21]

[edit] International renown

Eight of Borges's poems appear in the authoritative 1943 anthology of Spanish American Poets by H. R. Hays.[22] One of Borges's stories was first translated into English in the August 1948 issue of Ellery Queen's Mystery Magazine; the story was "The Garden of Forking Paths", the translator Anthony Boucher.[23] Though several other Borges translations appeared in literary magazines and anthologies during the 1950s,[24] his international fame dates from the early 1960s. In 1961 he received the first International Publishers' Prize, the Prix Formentor, which he shared with Samuel Beckett. While Beckett had garnered a distinguished reputation in Europe and America, Borges was unknown and untranslated in the English-speaking world and the prize stirred interest in his work. The Italian government named Borges Commendatore and the University of Texas at Austin appointed him for one year to the Tinker Chair. This led to his first lecture tour in the United States. In 1962 two major anthologies of Borges's writings were published in English by New York presses: Ficciones and Labyrinths. In that year, Borges began lecture tours of Europe. In 1980 he was awarded the Balzan Prize (for Philology, Linguistics and literary Criticism) and the Prix mondial Cino Del Duca; numerous other honors were to accumulate over the years, such as the French Legion of Honour in 1983, the Cervantes Prize, and even a Special Edgar Allan Poe Award from the Mystery Writers of America, "for distinguished contribution to the mystery genre".[25]

In 1967 Borges began a five-year period of collaboration with the American translator Norman Thomas di Giovanni, thanks to whom he became better known in the English-speaking world. He also continued to publish books, among them El libro de los seres imaginarios (The Book of Imaginary Beings, (1967, co-written with Margarita Guerrero), El informe de Brodie (Dr. Brodie's Report, 1970), and El libro de arena (The Book of Sand, 1975). He also lectured prolifically. Many of these lectures were anthologized in volumes such as Siete noches (Seven Nights) and Nueve ensayos dantescos (Nine Dantesque Essays).

In The New Media Reader, editors Wardrip-Fruin and Montfort argued that Borges "may have been the most important figure in Spanish-language literature since Cervantes. But whatever his particular literary rank, he was clearly of tremendous influence, writing intricate poems, short stories, and essays that instantiated concepts of dizzying power."[26] According to the editors, Borges represented the humanist view of digital media that stressed the social aspect of art driven by emotion. If art represented the tool, then humanists like Borges were more interested about how the tool could be used to relate to people rather than how it could help future generations. For engineers like Vannevar Bush, bettering the future was considered a more scientific view of digital media.[27]

[edit] Criticism

Borges's change in style from criollismo to a more cosmopolitan style brought him much criticism from journals such as Contorno, a left-of-center, Sartre-influenced publication founded by the Viñas brothers (Ismael & David), Noé Jitrik, Adolfo Prieto, and other intellectuals. Contorno "met with wide approval among the youth [...] for taking the older writers of the country to task on account of [their] presumed inauthenticity and their legacy of formal experimentation at the expense of responsibility and seriousness in the face of society's problems" (Katra:1988:56).[28]

Borges and Eduardo Mallea were criticized for being "doctors of technique"; their writing presumably "lacked substance due to their lack of interaction with the reality [...] that they inhabited", an existential critique of their refusal to embrace existence and reality in their artwork.[29]

[edit] Nobel Prize omission

Borges was never awarded the Nobel Prize in Literature, something which continually distressed the writer.[30] He was one of several distinguished authors who never received the honor.[31] Some observers speculated that Borges did not receive the award because of his conservative political views,[32] more specifically, that he accepted an honor from dictator Augusto Pinochet.[33]

[edit] Works

Borges in L'Hôtel, Paris, where Oscar Wilde died and where Borges wanted to die, too.[34]

In addition to his short stories for which he is most famous, Borges also wrote poetry, essays, several screenplays, and a considerable volume of literary criticism, prologues, and reviews, edited numerous anthologies, and was a prominent translator of English-, French- and German-language literature into Spanish (and of Old English and Norse works as well). His blindness (which, like his father's, developed in adulthood) strongly influenced his later writing. Paramount among his intellectual interests are elements of mythology, mathematics, theology, and, as a personal integration of these, Borges's sense of literature as recreation—all of these disciplines are sometimes treated as a writer's playthings and at other times treated very seriously.[citation needed]

Since Borges lived through most of the 20th century, he was rooted in the Modernist period of culture and literature, especially Symbolism.[35] His fiction is profoundly learned, and always concise. Like his contemporary Vladimir Nabokov and the older James Joyce, he combined an interest in his native land with far broader perspectives. He also shared their multilingualism and their playfulness with language—and, coincidentally, being buried in Switzerland—but while Nabokov and Joyce tended toward progressively larger works as they grew older, Borges remained a miniaturist. Furthermore, Borges's work progressed away from what he referred to as "the baroque," while Joyce's and Nabokov's moved towards it: his later style is far more transparent and naturalistic than his earlier works.

Many of his most popular stories concern the nature of time, infinity, mirrors, labyrinths, reality, philosophy, and identity. A number of stories focus on fantastic themes, such as a library containing every possible 410-page text ("The Library of Babel"), a man who forgets nothing he experiences ("Funes, the Memorious"), an artifact through which the user can see everything in the universe ("The Aleph"), and a year of time standing still, given to a man standing before a firing squad ("The Secret Miracle"). The same Borges told more and less realistic stories of South American life, stories of folk heroes, streetfighters, soldiers, gauchos, detectives, historical figures. He mixed the real and the fantastic: fact with fiction. On several occasions, especially early in his career, these mixtures sometimes crossed the line into the realm of hoax or literary forgery.[36]

Borges's abundant nonfiction includes astute film and book reviews, short biographies, and longer philosophical musings on topics such as the nature of dialogue, language, and thought, and the relationships between them. In this respect, and regarding Borges's personal pantheon, he considered the Mexican essayist of similar topics Alfonso Reyes "the best prose-writer in the Spanish language of any time." (In: Siete Noches, p. 156). His non-fiction also explores many of the themes found in his fiction. Essays such as "The History of the Tango" or his writings on the epic poem Martín Fierro explore specifically Argentine themes, such as the identity of the Argentine people and of various Argentine subcultures. His interest in fantasy, philosophy, and the art of translation are evident in articles such as "The Translators of The Thousand and One Nights", while The Book of Imaginary Beings is a thoroughly (and obscurely) researched bestiary of mythical creatures, in the preface of which Borges wrote, "There is a kind of lazy pleasure in useless and out-of-the-way erudition." Borges's interest in fantasy was shared by Adolfo Bioy Casares, with whom Borges coauthored several collections of tales between 1942 and 1967, sometimes under different pseudonyms including H. Bustos Domecq.

Borges composed poetry throughout his life. As his eyesight waned (it came and went, with a struggle between advancing age and advances in eye surgery), he increasingly focused on writing poetry, since he could memorize an entire work in progress. His poems embrace the same wide range of interests as his fiction, along with issues that emerge in his critical works and translations, and from more personal musings. This breadth of interest can be found in his fiction, nonfiction, and poems. For example, his interest in philosophical idealism is reflected in the fictional world of Tlön in "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", in his essay "A New Refutation of Time", "On Exactitude in Science", and in his poem "Things". Similarly, a common thread runs through his story "The Circular Ruins" and his poem "El Golem" ("The Golem").

As already mentioned, Borges was notable as a translator. He translated Oscar Wilde's story The Happy Prince into Spanish when he was nine, perhaps an early indication of his literary talent. At the end of his life he produced a Spanish-language version of the Prose Edda. He also translated (while simultaneously subtly transforming) the works of, among others, Edgar Allan Poe, Franz Kafka, Hermann Hesse, Rudyard Kipling, Herman Melville, André Gide, William Faulkner, Walt Whitman, Virginia Woolf, Sir Thomas Browne, and G. K. Chesterton. In a number of essays and lectures, Borges assessed the art of translation, and articulated his own view at the same time. He held the view that a translation may improve upon the original, may even be unfaithful to it, and that alternative and potentially contradictory renderings of the same work can be equally valid. Borges also employed two very unusual literary forms: the literary forgery and the review of an imaginary work. Both constitute a form of modern pseudo-epigrapha.

Borges's best-known set of literary forgeries date from his early work as a translator and literary critic with a regular column in the Argentine magazine El Hogar. Along with publishing numerous legitimate translations, he also published original works after the style of the likes of Emanuel Swedenborg or The Book of One Thousand and One Nights, originally passing them off as translations of things he had come upon in his reading. Several of these are gathered in the Universal History of Infamy. He continued this pattern of literary forgery at several points in his career, for example sneaking three short, falsely attributed pieces into his otherwise legitimate and carefully researched anthology El matrero.

At times, confronted with an idea for a work that bordered on the conceptual, rather than write a piece that fulfilled the concept, he wrote a review of a nonexistent work, as if it had already been created by some other person. The most famous example of this is "Pierre Menard, author of the Quixote", which imagines a twentieth-century Frenchman who tries to write Miguel de Cervantes' Don Quixote verbatim---not by having memorized Cervantes' work, but as an "original" narrative of his own invention. Initially he tries to immerse himself in sixteenth-century Spain, but dismisses the method as too easy, instead trying to reach Don Quixote through his own experiences. He finally manages to (re)create "the ninth and thirty-eighth chapters of the first part of Don Quixote and a fragment of chapter twenty-two." Borges's "review" of the work of the fictional Menard uses tongue-in-cheek comparisons to discuss the resonances that Don Quixote has picked up over the centuries since it was written, by way of overtly discussing how much "richer" Menard's work is than that of Cervantes, even though the actual words are exactly the same.

While Borges was certainly the great popularizer of the review of an imaginary work, it was not his own invention. Borges was already familiar with the idea from Thomas Carlyle's Sartor Resartus, a book-length review of a non-existent German transcendentalist philosophical work, and the biography of its equally non-existent author. This Craft of Verse (p. 104) records Borges as saying that in 1916 in Geneva he "discovered -- and was overwhelmed by -- Thomas Carlyle. I read Sartor Resartus, and I can recall many of its pages; I know them by heart." In the introduction to his first published volume of fiction, The Garden of Forking Paths, Borges remarks, "It is a laborious madness and an impoverishing one, the madness of composing vast books -- setting out in five hundred pages an idea that can be perfectly related orally in five minutes. The better way to go about it is to pretend that those books already exist, and offer a summary, a commentary on them." He then cites both Sartor Resartus and Samuel Butler's The Fair Haven, remarking, however, that "those works suffer under the imperfection that they themselves are books, and not a whit less tautological than the others. A more reasonable, more inept, and more lazy man, I have chosen to write notes on imaginary books." [Collected Fictions, p. 67]

[edit] Influences, collaborations, and themes

Special two-Argentine pesos coin featuring Borges, 1999

Borges's work maintained a universal perspective that reflected a multi-ethnic Argentina, exposure from an early age to his father's substantial collection of world literature, and lifelong travel experience.[citation needed] As a young man, he visited the frontier pampas where the boundaries of Argentina, Uruguay, and Brazil blurred. He also lived and studied in Switzerland and Spain as a young student. As Borges matured, he traveled through Argentina as a lecturer and, internationally, as a visiting professor; he continued to tour the world as he grew older, ending his life in Geneva where he had attended high school (he never went to university). Drawing on influences of many times and places, Borges's work belittled nationalism and racism.

[edit] Multicultural influences on his writing

Borges's Argentina is a multi-ethnic country, and Buenos Aires, the capital, a cosmopolitan city. At the time of Argentine independence in 1816, the population was predominantly criollo, which in Argentine usage generally means people of Spanish ancestry, although it can allow for a small admixture of other origins. The Argentine national identity diversified, forming over a period of decades after the Argentine Declaration of Independence. During that period, substantial immigration came from Italy, Spain, France, Germany, Japan, Russia, Syria and Lebanon (then parts of the Ottoman Empire), the United Kingdom, Austria-Hungary, Portugal, Poland, Switzerland, Yugoslavia, Belgium, Denmark, the Netherlands, and Sweden, with the Italians and Spanish forming the largest influx. Therefore, Borges grew acquainted with the literature from Argentine, Spanish, English, French, German, Italian, and Northern European/Icelandic sources, including those of Anglo-Saxon and Old Norse. He also read many translations of Near Eastern and Far Eastern works.

[edit] Political influences

As a political conservative, Borges "was repulsed by Marxism in theory and practice. Abhorring sentimentality, he rejected the politics and poetics of cultural identity that held sway in Latin America for so long." [37]

Nonetheless, the universalism that made him interested in world literature reflected an attitude that was not congruent with the Perón government's extreme nationalism. That government's meddling with Borges's job fueled his skepticism of government (he labeled himself a Spencerian anarchist in the blurb of Atlas). When extreme Argentine nationalists sympathetic to the Nazis asserted Borges was Jewish (the implication being that his Argentine identity was inadequate), Borges responded in "Yo Judío" ("I, a Jew"), where he said, while he would be proud to be a Jew, he presented his actual Christian genealogy, along with a backhanded reminder that any "pure" Castilian just might likely have a Jew in their ancestry, stemming from a millennium back.

If Borges often focused on universal themes, he no less composed a substantial body of literature on themes from Argentine folklore, history, and current concerns. Borges's first book, the poetry collection Fervor de Buenos Aires (Passion for Buenos Aires), appeared in 1923. Considering Borges's thorough attention to all things Argentine — ranging from Argentine culture ("History of the Tango"; "Inscriptions on Horse Wagons"), folklore ("Juan Muraña", "Night of the Gifts"), literature ("The Argentine Writer and Tradition", "Almafuerte"; "Evaristo Carriego") and current concerns ("Celebration of The Monster", "Hurry, Hurry", "The Mountebank", "Pedro Salvadores") — it is ironic indeed that ultra-nationalists would have questioned his Argentine identity.

Borges's interest in Argentine themes reflects in part the inspiration of his family tree. Borges had an English paternal grandmother who, around 1870, married the criollo Francisco Borges, a man with a military command and a historic role in the civil wars in what is now Argentina and Uruguay. Spurred by pride in his family's heritage, Borges often used those civil wars as settings in fiction and quasi-fiction (for example, "The Life of Tadeo Isidoro Cruz," "The Dead Man," "Avelino Arredondo") as well as poetry ("General Quiroga Rides to His Death in a Carriage"). Borges's maternal great-grandfather, Manuel Isidoro Suárez , was another military hero, whom Borges immortalized in the poem "A Page to Commemorate Colonel Suárez, Victor at Junín." The city of Coronel Suárez in the south of Buenos Aires Province is named after him.

[edit] Collaboration with Adolfo Bioy Casares

The diversity of coexisting cultures characteristic of the Argentine lifestyles is especially pronounced in Six Problems for Don Isidoro Parodi, co-authored with Adolfo Bioy Casares, and in the unnamed multi-ethnic city that's the setting for "Death and the Compass", which may or may not be Buenos Aires.

[edit] Martín Fierro and Argentine tradition

Borges contributed to a few avant garde publications in the early 1920s, including one called Martín Fierro, named after the major work of 19th century Argentine literature, Martín Fierro, a gauchesque poem by José Hernández, published in two parts, in 1872 and 1880. Initially, along with other young writers of his generation, Borges rallied around the fictional Martín Fierro as the symbol of a characteristic Argentine sensibility, not tied to European values. As Borges matured, he came to a more nuanced attitude toward the poem. Hernández's central character, Martín Fierro, is a gaucho, a free, poor, pampas-dweller, who is illegally drafted to serve at a border fort to defend against the Indians; he ultimately deserts and becomes a gaucho matrero, the Argentine equivalent of a North American western outlaw. Borges's 1953 book of essays on the poem, El "Martín Fierro", separates his great admiration for the aesthetic virtues of the work from his rather mixed opinion of the moral virtues of its protagonist. He uses the occasion to tweak the noses of arch-nationalist interpreters of the poem, but disdains those (such as Eleuterio Tiscornia) whom he sees as failing to understand its specifically Argentine character.

In "The Argentine Writer and Tradition", Borges celebrates how Hernández expresses that character in the crucial scene in which Martín Fierro and El Moreno compete by improvising songs about universal themes such as time, night, and the sea. The scene clearly reflects the real-world gaucho tradition of payadas, improvised musical dialogues on philosophical themes — as distinct from the type of slang that Hernández uses in the main body of Martín Fierro. Borges points out that therefore, Hernández evidently knew the difference between actual gaucho tradition of composing poetry on universal themes, versus the "gauchesque" fashion among Buenos Aires literati. Borges goes on to deny the possibility that Argentine literature could distinguish itself by making reference to "local color", nor does it need to remain true to the heritage of the literature of Spain, nor to define itself as a rejection of the literature of its colonial founders, nor follow in the footsteps of European literature. He asserts that Argentine writers need to be free to define Argentine literature anew, writing about Argentina and the world from the point of view of someone who has inherited the whole of world literature.

Borges uses Martín Fierro and El Moreno's competition as a theme once again in "El Fin" ("The End"), a story that first appeared in his short story collection Artificios (1944). "El Fin" is a sort of mini-sequel or conclusion to Martín Fierro. In his prologue to Artificios, Borges says of "El Fin," "Everything in the story is implicit in a famous book [Martín Fierro] and I have been the first to decipher it, or at least, to declare it."

[edit] Religion

Borges's writing is also steeped by influences and informed by scholarship of Christian, Buddhist, Islamic, and Jewish faiths, including mainline religious figures, heretics, and mystics. Heretical forms of Christianity, for example, make a dominant appearance in the short story Three Versions of Judas, in which a maverick theologian decides that Judas Iscariot was the Messiah, as the greatest sacrifice for God would not be to sacrifice his son's body, but his son's soul. This curious inversion of mainstream Christian concepts of redemption is characteristic of Borges' approach to theology in his literature.

[edit] Mathematics

A book by Argentina mathematician and writer, Guillermo Martínez, was published in 2003, collecting the transcript of a series of talks given by him in the MALBA auditorium, concerning how Borges used concepts from mathematics in his work. Martínez believes that Borges had at the very least a superficial knowledge of set theory and several other topics, as he seems to handle them with great elegance in his stories; an example of this would be Borges's "The Book of Sand", which always has a page in between the others, thus making it infinite, and its pages infinitely thin; this being a very clear nod to Cantor's Set Theory.

[edit] Non-linearity

Due to the praise of "The Garden of Forking Paths", the term "Borgesian" has been coined to fulfill the meaning of non-linearity within the world of digital media. This 1941 short story presents the idea that there are forking paths through networks of time — none of which is the same, all of which are equal. In regards to the organization of information, Borges imagines "a labyrinth that folds back upon itself in infinite regression" making the reader of his Garden of Forking Paths "become aware of all the possible choices we might make." [38]

Borges used the story to show his philosophy of life. The "forking paths" has a recurring circular labyrinth with separate "branches" to represent the user's choices and decisions in their lives that ultimately lead to different endings. Borges saw man's search for meaning in a seemingly infinite universe as fruitless and instead uses the maze as a riddle for time, not space. The story remains relevant well into today, utilized mostly in new media art. In this form of art, the user has control over the piece and the result by selecting different branches that lead the user down different paths.

[edit] Sexuality

There has been discussion of Borges's attitudes towards sex and women. It is undeniable that, with a few notable exceptions, women are almost entirely absent from the majority of his fictional output.[39] For instance, the plot of La Intrusa was based on a true story of two friends, but Borges made their fictional counterparts brothers, excluding the possibility of a homosexual relationship.[40] Borges dismissed these suggestions.

There are, however, instances in Borges's writings of heterosexual love and attraction. The story "Ulrikke" from The Book of Sand tells a romantic tale of heterosexual desire, love, trust and sex. The protagonist of "El muerto" clearly relishes and lusts after the "splendid, contemptuous, red-haired woman" of Azevedo Bandeira.[41] Later he "sleeps with the woman with shining hair".[42] "El muerto" ("The Dead Man") contains two separate examples of definitive gaucho heterosexual lust.

[edit] Cultural references

The 1970 film Performance, directed by Donald Cammell and starring Mick Jagger and James Fox, is replete with Borgesian references. A photograph of Borges is briefly displayed during a montage sequence, a mirror is destroyed when shot with a gun, and the character played by Mick Jagger mentions the magicians of Orbis Tertius and also reads aloud a short passage from the short story "El sur."

In the film Alphaville by Jean-Luc Godard, there are several instances where Borges texts are said, notably by Alpha 60 (the computer that rules Alphaville) in its final moments.

Umberto Eco's The Name of the Rose alludes to Borges in several ways. The blind librarian Jorge di Burgos is based on Borges. The maze-like structure of the library reflects that of The Library of Babel (La Biblioteca de Babel) while the multiple-murder plot recalls that of Death and the Compass (La muerte y la brújula).


[edit] List of themes

[edit] Bibliography

[edit] References

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[edit] Further reading

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[edit] Documentaries

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[edit] External links

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